Hola amigos. Lo publicado en Diario de Navarra
corresponde a una nota que entregué a una periodista del periodico. Os pongo el
texto que le dí, para que lo leais completo. Está bien extraido en el
periodico, pero así no quedan dudas de todo lo que intenté transmitirle
MUERTE DE LOS PINARES DE PERALTA
Amigos míos, debido a la conjunción de mala suerte, dejadez y sequía, vamos a asistir en poco tiempo a la muerte de los pinares de Peralta.
Incendio del 12 de agosto de 2010 en los pinares viejos de Peralta y Falces (repoblación de los años 30). Trescientas hectáreas calcinadas, el mayor incendio en varios años en la Comunidad Foral. El fuego se cebó con los pinares viejos y con parte de vegetación de matorral y arbustivas. Los árboles que sobrevivieron al fuego están muriendo de forma masiva, por un lado, la sequía que afecta a la Zona Media de Navarra y por otro lado, hemos detectado la presencia de un insecto minador en parte de los maderos muertos que tras la tala se dejaron en el monte. Este bicho indeseable está al acecho, y en el momento en que entre la primavera se va a diseminar y parasitar a los pinos que aún están vivos (con esto no descubro nada nuevo, en la charla que los técnicos de Gobierno de Navarra impartieron en febrero de 2011 ya se nos advirtió de que “si se deja madera muerta en el monte, el insecto minador aparecerá”). Y como se permitió dejar madera muerta el insecto está tan ricamente.
Por otro lado tenemos los pinares jóvenes. Son repoblaciones que se hicieron en los años 90, hechas con los parámetros que entonces se practicaban. Hoy en día se acepta que la densidad óptima para un pinar son de 250 a 300 árboles por hectárea (Ha). En estos pinares hay 2.000 por Ha. La alta densidad, sumada a la pobreza de las tierras yesíferas provoca que el árbol no progrese. Os invito a que os deis una vuelta por el monte y veáis el estado de estos pinares. Arboles raquíticos, de muy poco porte, sin podar ni ningún tipo de cuidado. Tiene sentido el estado en el que están, ya que las primeras repoblaciones se hicieron en tierras de relativa calidad, sin embargo las de los 90 fueron hechas en zonas mas pobres.
Y queda la zona quemada. Aquí se está dando una germinación en torno a los 30.000 pinos por Ha en el primer año (sí amigos, está bien escrito, treinta mil pinos por hectárea). Si el pinar joven con 2.000 está como está, imaginaos a 30.000 enanitos de blancanieves compitiendo entre ellos por sobrevivir. Hacer un aclareo AHORA supone un gasto mínimo, si se deja que los liliputienses crezcan el gasto será mucho mayor e inasumible.
Si a esto lo unimos al factor “mala suerte”, un invierno tan seco como el que llevamos ha provocado que los ejemplares que sufrieron el incendio en vez de recuperarse se sequen.
Vamos a hablar de costes, tan de moda últimamente. Apagar el incendio supuso 400.000 euros, de los cuales 173.226 salieron de las Arcas Forales. Ahora nos encontramos con un “post-incendio”, con un paisaje lleno de madera quemada y pinos con las acículas secas. Esto unido a las condiciones veraniegas 30-30-30 (30% humedad, 30 grados de temperatura, vientos de 30 Km/hora), provoca unas condiciones óptimas para que el incendio se repita con mucha mas facilidad, y sin necesidad de barbacoas. Pues preparemos el bolsillo para otros 400.000, además de la noche de pánico que se vivió en el pueblo y el riesgo de vidas de bomberos, militares y voluntarios.
O actuamos ahora retirando toda la madera quemada, aclarando el pinar joven y controlando la germinación, o dentro de un par de años nos habremos quedado sin pinares, con un riesgo de incendio muy alto y con un coste a medio plazo mucho más elevado.
Los costos de llevar a cabo la repoblación de lo quemado (con la colaboración de la germinación natural que se está dando) y el aclareo de los pinares jóvenes son inferiores a esos 400.000 euros que costó apagar el incendio
Me hago eco de la noticia publicada en Diario de Navarra el miércoles 20 de julio de 2011 a raíz del incendio de Arraiza: “El Gobierno Foral repoblará la zona quemada por el incendio de Arraiza”; “Comenzaremos la redacción del proyecto de restauración forestal. Ayuntamiento, concejo y Gobierno de Navarra tenemos el reto y el objetivo compartido de recuperar el área quemada y poder aumentar su biodiversidad en el futuro”. Si esta noticia no es cierta, han tomado el pelo a los vecinos de Arraiza; y si lo es, un agravio comparativo hacia Peralta.
¿Cuánto dinero se ha invertido en los pinares de Peralta?. Que yo sepa, la tala de lo quemado fue un convenio con una maderera, así que fue a coste cero para la Administración.
¿Va ha hacer falta otro incendio, desalojar medio pueblo y volver a ser el foco de atención de todo España para hacer algo en los pinares de Peralta?.
Y por favor, que no me vengan con milongas pamperas del tipo “lo mejor que se puede hacer con un bosque tras un incendio es dejarlo como está, se regenera solo”, que no nos chupamos el dedo; que estos pinares no son Yellowstone. Los pinares de Peralta fueron un monocultivo que se introdujo con mayor o menor acierto para evitar la erosión y la deforestación. Si tras el incendio que hubo no se actúa ya, el pinar morirá sin remedio, y si no que me rebatan los argumentos anteriores.
Jesús Osés Balduz
Presidente de la Asociación Vallacuera de Peralta.
MUERTE DE LOS PINARES DE PERALTA
Amigos míos, debido a la conjunción de mala suerte, dejadez y sequía, vamos a asistir en poco tiempo a la muerte de los pinares de Peralta.
Incendio del 12 de agosto de 2010 en los pinares viejos de Peralta y Falces (repoblación de los años 30). Trescientas hectáreas calcinadas, el mayor incendio en varios años en la Comunidad Foral. El fuego se cebó con los pinares viejos y con parte de vegetación de matorral y arbustivas. Los árboles que sobrevivieron al fuego están muriendo de forma masiva, por un lado, la sequía que afecta a la Zona Media de Navarra y por otro lado, hemos detectado la presencia de un insecto minador en parte de los maderos muertos que tras la tala se dejaron en el monte. Este bicho indeseable está al acecho, y en el momento en que entre la primavera se va a diseminar y parasitar a los pinos que aún están vivos (con esto no descubro nada nuevo, en la charla que los técnicos de Gobierno de Navarra impartieron en febrero de 2011 ya se nos advirtió de que “si se deja madera muerta en el monte, el insecto minador aparecerá”). Y como se permitió dejar madera muerta el insecto está tan ricamente.
Por otro lado tenemos los pinares jóvenes. Son repoblaciones que se hicieron en los años 90, hechas con los parámetros que entonces se practicaban. Hoy en día se acepta que la densidad óptima para un pinar son de 250 a 300 árboles por hectárea (Ha). En estos pinares hay 2.000 por Ha. La alta densidad, sumada a la pobreza de las tierras yesíferas provoca que el árbol no progrese. Os invito a que os deis una vuelta por el monte y veáis el estado de estos pinares. Arboles raquíticos, de muy poco porte, sin podar ni ningún tipo de cuidado. Tiene sentido el estado en el que están, ya que las primeras repoblaciones se hicieron en tierras de relativa calidad, sin embargo las de los 90 fueron hechas en zonas mas pobres.
Y queda la zona quemada. Aquí se está dando una germinación en torno a los 30.000 pinos por Ha en el primer año (sí amigos, está bien escrito, treinta mil pinos por hectárea). Si el pinar joven con 2.000 está como está, imaginaos a 30.000 enanitos de blancanieves compitiendo entre ellos por sobrevivir. Hacer un aclareo AHORA supone un gasto mínimo, si se deja que los liliputienses crezcan el gasto será mucho mayor e inasumible.
Si a esto lo unimos al factor “mala suerte”, un invierno tan seco como el que llevamos ha provocado que los ejemplares que sufrieron el incendio en vez de recuperarse se sequen.
Vamos a hablar de costes, tan de moda últimamente. Apagar el incendio supuso 400.000 euros, de los cuales 173.226 salieron de las Arcas Forales. Ahora nos encontramos con un “post-incendio”, con un paisaje lleno de madera quemada y pinos con las acículas secas. Esto unido a las condiciones veraniegas 30-30-30 (30% humedad, 30 grados de temperatura, vientos de 30 Km/hora), provoca unas condiciones óptimas para que el incendio se repita con mucha mas facilidad, y sin necesidad de barbacoas. Pues preparemos el bolsillo para otros 400.000, además de la noche de pánico que se vivió en el pueblo y el riesgo de vidas de bomberos, militares y voluntarios.
O actuamos ahora retirando toda la madera quemada, aclarando el pinar joven y controlando la germinación, o dentro de un par de años nos habremos quedado sin pinares, con un riesgo de incendio muy alto y con un coste a medio plazo mucho más elevado.
Los costos de llevar a cabo la repoblación de lo quemado (con la colaboración de la germinación natural que se está dando) y el aclareo de los pinares jóvenes son inferiores a esos 400.000 euros que costó apagar el incendio
Me hago eco de la noticia publicada en Diario de Navarra el miércoles 20 de julio de 2011 a raíz del incendio de Arraiza: “El Gobierno Foral repoblará la zona quemada por el incendio de Arraiza”; “Comenzaremos la redacción del proyecto de restauración forestal. Ayuntamiento, concejo y Gobierno de Navarra tenemos el reto y el objetivo compartido de recuperar el área quemada y poder aumentar su biodiversidad en el futuro”. Si esta noticia no es cierta, han tomado el pelo a los vecinos de Arraiza; y si lo es, un agravio comparativo hacia Peralta.
¿Cuánto dinero se ha invertido en los pinares de Peralta?. Que yo sepa, la tala de lo quemado fue un convenio con una maderera, así que fue a coste cero para la Administración.
¿Va ha hacer falta otro incendio, desalojar medio pueblo y volver a ser el foco de atención de todo España para hacer algo en los pinares de Peralta?.
Y por favor, que no me vengan con milongas pamperas del tipo “lo mejor que se puede hacer con un bosque tras un incendio es dejarlo como está, se regenera solo”, que no nos chupamos el dedo; que estos pinares no son Yellowstone. Los pinares de Peralta fueron un monocultivo que se introdujo con mayor o menor acierto para evitar la erosión y la deforestación. Si tras el incendio que hubo no se actúa ya, el pinar morirá sin remedio, y si no que me rebatan los argumentos anteriores.
Jesús Osés Balduz
Presidente de la Asociación Vallacuera de Peralta.
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