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jueves, 21 de marzo de 2013

Capitulo sexto. "Lo que usted diga señor guardia"



Capitulo sexto. "Lo que usted diga señor guardia"

Esta vez en Senegal.

Senegal es un pais partido en dos por el río Gambia. Así mismo, da nombre a un pais que es una cuña dentro de Senegal y que los ingleses crearon para el control colonial de el golfo de africa.

La parte sur de Senegal es Casamance. Una zona agrícola muy fértil, y con yacimientos mineros importantes. Como toda región que esté dentro de un pais y que sea o se crea que es mas rica que el resto del mismo, tiene una parte de la población que reclama mayor autonomía y otra parte que piede directamente la independencia.

Tiene problemas de terrorismo, hay varios grupos que operan dentro de Casamance haciendo lo que suelen hacer los terroristas. Y el gobierno de Dakar, para mantener el control de la zona, delega las tareas de seguridad directamente en el ejército. Cada cuarenta o cincuenta kilómetros y en cada cruce de carreteras te encuentras con un control militar. En todos, el mismo guión. Sube uno que lleva mas galones que los demás al autobús, pide los pasaportes, los mira, te mira, coge su propina del chofer o guía, se da aspecto de importancia, se baja, levantan la barrera de la carretera y sigues.

El control está formado por cuatro o cinco hombres, una tanqueta o vehículo acorazado armado con una ametralladora pesada y la barrera. Y los soldados son todos calcados, descamisados y con gafas de sol Rayban. Todos muy jovenes, excepto el oficial.

Pues eso, llegamos a un control y nos paran. Me fijo que el que esta a cargo de la ametralladora subido a la tanqueta (es dificil echarles edad, unos 18 supongo), se tambaleaba ostensiblemente. En su mano derecha, el gatillo de semejante aparato de escupir plomo y en la izquierda, una botella de JB a la que le faltaba la mitad de su contenido etílico.

No soy creyente, pero inicie una serie de oraciones a Yavhe, Ala, Dios, Isis, Zeus, Jupiter y Manitou

La cosa fue rapida, el oficial ni miró los pasaportes, cogió su dinero, el bus arranco y nos largamos.

Mis conocimientos militares no dan para mucho, fui objetor, y no supe si el seguro estaba o no puesto. Si estaba muy visible la cinta de balas que colgaba, para si las hubiera querido Rambo.

De todas formas, fue el único control en que presencié al personal de semejante guisa. En los demas, eran mas correctos

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