Capitulo
sexagésimo quinto “haz caso, parte cuarta”
Ultima noche en
Namibia. Al otro día, cruce de fronteras, con los escalofríos que conlleva
cruzar esas fronteras terrestres. Otro país Botswana. Ya os conté un día que
Botswana es la estrella y Namibia y Angola los estrellados. A unos les tocó un
regalo en forma de las minas de diamantes mayores del mundo y un gobierno de
gente buena, sensata y formada. No vivieron guerras. A otros, absolutamente
nada y ser dirigidos por una cuadrilla de sátrapas esquilmadores y rayando en
lo asesino. Encima Angola se tuvo que tragar una guerra civil larga y cruel.
Pero a los tres les ha tocado la plaga del SIDA que va a devorar a su población
más joven y formada. Así es África, no admite ganadores.
Esa noche
dormimos a la orilla de las cataratas Epupa (buscad en google imágenes y podéis
alucinar). Os pongo alguna fotico de mi cosecha.
Como todo sitio
tropical y con agua al lado, el grado de humedad es infernal. Y por la noche,
se mete el calor en la tienda y no hay quien pare de calor. El camping estaba
muy bien montado, con un bar cafetería encima de una estructura de madera a
unos cinco metros del suelo y unas vistas al río maravillosas. Además, una
terraza estupenda.
Nos metemos en
la tienda. En tres minutos, sudando como un animal
“Yo me voy a
dormir a la terraza, aquí no hay quien pare”
“No jodas, que
recomiendan no dormir fuera”
“Bahh, allí
arriba no hay problema, no va a subir ningún bicho grande por las escaleras,
que están abiertas y tienen miedo. Además se les oye. Y prefiero morir devorao
que de calor”
“Tira para
arriba pues. Vamos”
Cogimos las
colchonetas y a la terraza. La verdad es que la noche era magnífica y con un
poco de brisa. Así sí.
En esto, una
tremenda ventosidad atronó en la noche namibia
“Parece que va a
haber tormenta”
“Parece”
Al poco rato, un
compañero de viaje aparece con su colchoneta. Era un tío bragado, guarda de
campo en la comunidad de Castilla la Mancha. Un poco Salazar.
“¿Qué pasa
Vicente?”
“Que no hay dios
quien duerma en la tienda con el calor. Ya veo que habéis tenido la misma idea”
“Si”
“Si”
Se tumba a
nuestro lado. Y un nuevo pedo en la noche namibia
“Parece que va a
haber tormenta”
“Parece”
“Parece”
Pero no, la
verdad es que no llovió. Hizo una noche fantástica. Los truenos quedaron en
sólo eso, truenos. Ese día también visitamos una de las tribus mas orgullosas y
peculiares de África, los Himba
Os pongo fotos
del sitio. La banda sonora os la ahorro.
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