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Música

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miércoles, 31 de julio de 2013

De cómo Salazar interviene en un tema de violencia de género




 Pedro Salazar Ibiricu ha aparcado su DKV frente a un viejo bar de carretera. Es la estepa palentina. A Pedro le gusta la tierra de campos. Dicen que son los pueblos más feos de España, pero Pedro está a gusto entre sus gentes.

El bar es como todos los bares que han quedado fuera de la autovía. Una cortina de tubillones verdes y blancos para evitar moscas, un ventilador que lleva años roto, un muestrario de casettes, azulejos rojos, el futbolín y mucha mugre acumulada desde la época de Aníbal. Y la letrina. Ahhh la letrina. Esa taza turca. Esos rincones mugrientos. Esa araña fosilizada. Esa escobilla con el mango roto.

 Pedro está en su ambiente. De música de fondo, como no puede ser de otra forma, suena el Fary en el casette.

Pedro está pensativo apoyado en la barra mientras bebe una Sanmiguel en botella.

Iba escuchando a Antonio Flores en la DKV. Sonaba la canción de “No dudaría”. Pedro está pensando en el estribillo; en “pero nunca, nunca más usar la violencia. Tarachuchu tarachuchu….”. Pedro se plantea su complicada vida de justiciero

“¿Qué derecho tengo a erigirme en juez y verdugo? He matado a muchos canallas, todos lo merecían pero esto no cambiará. Todo seguirá igual. Debo dejar esta vida que no conduce más que a una espiral de sangre y destrucción. Tengo que hacerlo”

En esto entran un hombre y una mujer con una niña. Toman asiento. El hombre está visiblemente enfadado. Ella con los ojos bajos y llorosos. La niña, no dice nada

“Si es que pareces tonta. Y vas a criar a otra tonta. No me extraña, viendo a la tonta de tu madre. No vales nada, tía mierda. No sé en qué pensaba cuando me junté contigo. Tonta. No vales ni para hacer las camas, y menos para deshacerlas. Y encima te crees algo porque estudiaste bellas artes. Bahh.”

Ella recuerda en silencio. Recuerda que se enamoró de aquel joven que era entonces el líder de su grupo. Todas sus amigas bebían los vientos por él y la envidiaban a ella. El simpático de la cuadrilla. Con moto. Y guapo.

Recuerda como poco a poco la fue ninguneando. De cara a la galería siempre llevaba la voz cantante y él era el interesante de las reuniones. Era el majo. Pero de puertas adentro, la vida se fue tornando monótona, gris y triste. Y dura. Un rosario de desprecios y gritos.

Acabó la carrera y no llegó a ejercer. El no la dejaba. Cada vez más sola, más dependiente, más vacía. Y llegó su niñita. Su único motivo para seguir soportando el miedo y los insultos, eso y el pánico a salir de nuevo al mundo.

Hasta que llegaron los golpes

La palabra que oye cien veces al día la saca de sus pensamientos, una palabra que ya se ha acostumbrado a oír a menudo

“Tonta, más que tonta”

Pedro va al teléfono público, marca un número muy privado y al segundo timbrazo contestan

“Dígame señor Salazar”
“Señorita Green, mande el A12 y a Jacinto al pueblo de (dice un nombre) al bar (dice otro) ahora mismo. En media hora debe estar aquí”

Pedro saca una faria del bolsillo de la camisa y la enciende. El dueño del bar se le aproxima

“No se puede fumar. La multa es para mí”
“Tampoco se puede insultar a las mujeres y usted lo está consintiendo”
“No es asunto mío. Algo habrá hecho”
“¿Cuánto valen los callos?”
“Tres euros la ración”
“Démelos todos. Y también la tartera. Cóbrese y quédese la vuelta”

Pedro paga con un billete de cien euros. Al repugnante dueño del repugnante garito se le cambia el color al ver semejante propina

“Si es que eres tonta. Si es que no sé cómo te aguanto. Si es que…”

No puede acabar la frase. Una tartera de barro llena de callos se le incrusta en la nuca. Se desploma de bruces sobre la mesa de mármol en una mezcla de sangre, sesos, huesos craneales, cachos de tartera y callos.

Todos se vuelven a mirar a la bestia que ha hecho el lanzamiento. El dueño del local, la niña y la mujer. Pedro se acerca a ella y deja un papel con un número telefónico en la mesa

“Dentro de un cuarto de hora pasaran a recogerla. Diga al chófer dónde quiere ir y la llevará, a usted y a su hija. Su casa, un hotel o la  guardia civil. Usted verá. Mañana llame a ese número de teléfono. He escuchado que ha estudiado bellas artes. Es el número de  un millonario aburrido y enriquecido con el comercio de achicorias que tiene una fundación dedicada al coleccionismo de arte. Posiblemente le pueda dar un buen trabajo”
“¿Quién es usted?”
“Alguien que hace una hora tenía dudas y ahora ya no. Buen día señorita”

Pedro monta en su DKV arranca y sigue su camino. Saca la cinta de Antonio Flores y pone una de ACDC. Suena highway to hell (autopista al infierno)



Pedro sonríe, mete la cuarta y faria al morro sigue su justiciero camino por tierras españolas.

Ya no duda
 

martes, 30 de julio de 2013

A ver si me van a señalar a mí



Una anécdota curiosa que me sucedió en mis años estudiantiles en Burgos. Qué tiempos sniff, sniff, buahh, buahh

Fui a renovar el carnet de identidad. A comisaría. Y me tuve que hacer fotos. Para lo cual, salí de casa duchado, perfumado y afeitado. Como un pincel iba yo. Tan guapo.

Fui a una tienda de fotos (huyo del fotomatón, siempre y para todo profesionales) y oye, tan majo me sacaron. Aun mejoraron mi ya magnífico aspecto.

Provisto de las fotografía me dirigí a comisaría. Y allí estaba yo rellenado los impresos cuando un amable funcionario de paisano (supongo que era poli) se dirige a mí

-Hola
-Hola
-¿Tienes mucha prisa?
-No, solo tengo de tarea por la mañana sacarme el carnet.
-Pues mira, te cojo la huella y deja aquí todo en manos de este compañero y te olvidas del asunto que él se encarga de todo ¿Puedes echarnos una mano?

Yo pensé que habría que mover algún armario o algo así. Sigo al eficiente funcionario y nos dirigimos a los sótanos. Pasamos varias puertas y llegamos a un cuarto con un espejo grande. El funcionario me entrega una chapa de unos 20x20 cm con un número. Un cinco. Me acordé del verso, “cinco, en el culo te la hinco”. Y poco después aparecen más señores con el uno, el tres…. supongo que compañeros del anterior. Todos pulcramente vestidos y afeitados.

Minutos después traen a dos elementos esposados. Barba de tres días, uno con mocos en la nariz, bastante desaliñados, con legañas y con claros síntomas de que no habían catado la ducha desde hacía tiempo.

Una rueda de reconocimiento amigüitos.

La verdad es que no se que habían hecho esos dos pájaros, pero yo me moría de risa (interiormente) al ver a dos desaliñados entre seis gentlemen ingleses. Como para no acertar estaba la cosa.

Era surrealista, todos mirando hacia el espejo

-El seis, intercambie su sitio con el uno
-El tres, muévase dos puestos a la izquierda

Y así un rato.

Me hice amigo de uno de los presuntos. Me dio un número de teléfono que era el de su casa y me pidió que llamara a su madre. Que le llevara algo de comer y una chaqueta.

Y como para eso están los amigos, memoricé el número como en las películas y cuando salí de comisaría en la primera cabina paré y llamé. Conté a la señora lo que ocurría y la petición de su hijo. Por su voz deduje que era bastante mayor

Aunque la situación fue entre graciosa y esperpéntica no me hizo ninguna gracia cuando la pobre señora me preguntó

-¿cuándo va a salir mi hijo?
-No lo sé buena mujer. Simplemente le digo lo que me ha pedido

Y colgué acordándome de los disgustos que los hijos damos a los padres. Y a las madres. Toda una experiencia.

¿A que nunca habéis estado en una rueda de reconocimiento? De gracioso tiene poco la verdad.

lunes, 29 de julio de 2013

Plantación en Carricas



Sigo con el repaso de los desaciertos medioambientales municipales.

Camino de Carricas. En el alto y zona llana. Bifurcación, un camino hacia Falces y otro hacia el barranco capitán.

Gobierno de Navarra ofrece hacer gratis una plantación. ¿Gratis? Me pregunto si el dinero lo ha puesto el Gobierno Chileno. Si es así sí que es gratis. Si no, ha salido de nuestros impuestos. Ahhh, pero claro, como no sale directamente del presupuesto municipal, eso es gratis. Ya entiendo

Esta zona del monte ya la conocéis. No la afectó el incendio. O sea, aún hay pinos. De mejor o peor porte y calidad pero aún hay pinos. Y elegimos poner los árboles que Gobierno de Navarra nos ofrece ¿gratis? pegados a los pinos. O sea, hacemos una plantación donde ya hay árboles. Cuando menos resulta, dejémoslo, en chocante. Pero bueno, cualquier cosa que se plante bienvenida sea.

Y como ya conocéis la zona sabéis que tipo de suelo es. Mucho yeso y mucha sal. Terrenos pobres y de escaso sustrato. Y el Gobierno de Navarra elige poner pomos y nogales de varios años de edad. Podéis subir y verlo, árboles ya de un buen diámetro y considerable altura. Árboles adultos

Árboles que han estado en el vivero, criados con abono y abundante agua. Acostumbrados a la buena vida. Mimados. Y los trasplantamos a una zona de yesos. Gran idea. Es como si a mí me dejan en mitad del Kalahari con una bota de agua, un tirabique y diez piedras para cazar y buscarme la vida. A mí, a un acomodado europeo. Supongo que años después descubrirían mis huesos

Y claro, para poderlos plantar hace falta hacer una buena hoya. Y para eso hace falta una pala retroexcavadora, no vale un sencillo ahoyador. Con lo que los gastos de plantación se disparan.

Y claro, finalizada la plantación, hay que cuidar a los bien criados árboles. Horas y más horas de cisterna municipal cargando agua y subiendo a regar a Carricas. En una de las sesiones he contabilizado tres días dos personas con la cisterna. Completos. Y estos riegos hay que repetirlos a lo largo de todo el verano.

Subid y ved el resultado. Ya están medio muertos un 25-30%.

Lo lógico y racional hubiese sido entresacar, podar y limpiar los pinos que llevan allí aclimatados desde hace veinte años. Mucho más barato, seguro y efectivo. Poda los pinos, acláralos y en pocos años tendríamos árboles de buen porte, con un coste mucho menor y con posibilidades de éxito infinitamente superiores. Y esos árboles, que me parece bien que se planten, ponerlos en un sitio con más posibilidades de éxito

Y si se decide poner árboles por lo menos poner planta pequeña, de un año, que se puede hacer con menos medios y con más posibilidad de salir adelante. No es por nada, las encinas que hemos puesto en la zona quemada (es mejor tierra, eso lo reconozco y vaya por delante) están vivas en un 95% y no ha hecho falta cuidados ni riegos.

Pero no. Entre Gobierno de Navarra y Ayuntamiento, despropósito y dinero tirado por el váter. Vuelvo a lo de siempre, ese dinero dedicado a recuperar la zona quemada hubiese sido muchísimo más efectivo. Calculo el precio de hora de cisterna y de dos peones en setenta euros. Por ocho horas son 560 euros. Tres días son 1680 euros. Y tres riegos, mínimo, 5040 euros al año para mantener la plantación. Y ya están muertos un buen montón.

Cada día estoy más convencido de lo que hice, largarme del Consejo Local de medio Ambiente. Total, para llevar incienso en la procesión o para participar de este tipo de iniciativas, pues como que no.

Y como una imagen vale más, os dejo con el reportaje que he hecho y podéis apreciar el estado de la plantación. Ahhh, y encima la propia plantación me da la razón. Los nogales que se han puesto de menor porte y edad son los que están sobreviviendo a esta canícula que está cayendo.

De verdad, ojala me equivoque, me encantaría y reconocería que es un dinero bien gastado. Pero se van a secar todos. Y encima nos ha costado un pastón la plantación y el riego. Ya volveré a poner fotos en noviembre a ver qué tal. Dentro de cinco meses sabremos si el tiempo me ha dado la razón o no


Inicio de la plantación. Son los que mejor están

Estos ya están mas pochos
 Y estos ya candidatos a la tala
Los del final son los que mejor pinta tienen. Son planta pequeña