Inicio una serie en honor del
pretencioso cartel que adorna la entrada a nuestro querido pueblo. Lo del
capítulo dos es por que aunque no se titulara así, esta serie ya se ha
iniciado.
¿Os acordáis de esa película tan
empalagosa y prescindible que era “La historia interminable? Los amigüitos de
mi edad seguro que sí
Pues eso, que lo de los vertidos
y los escombros en nuestro pueblo parece una película, pero de miedo. Imaginaos
el guión, una montaña de escombros que cobra vida y que poco a poco va cercando
el pueblo. Devorando a sus habitantes con sus seudópodos de polietileno y
enterrándolos bajo el plástico, la porquería y la basura.
Pues este monstruo cada vez se
aproxima más al pueblo. Hasta hace unos pocos días estaba en un barranco del
monte, acechando, pero ya lo tenemos dentro del casco urbano. Por obra y gracia
de la empresa que nos hizo la obra de las calles.
Está claro que mientras duran
las obras, duran las molestias. Eso en impepinable. Pero luego resulta que el
Ayuntamiento, cuando hace SUS obras, se permite una serie de licencias que al
vecino corriente y moliente no le consiente. Pero bueno, esto es España y así
ha sido siempre y siempre lo será. Depende el adverbio (qué, cual o quien) las
cosas se hacen de una determinada manera.
Siempre me quejo de que las
administraciones (y fundamentalmente las municipales) son las principales
infractoras de los reglamentos que publican. Pues bien, con las obras de
pavimentación de las calles nos ha quedado un regalo a todo el pueblo. Los
restos de la molienda de escombros que están acopiados y amontonados en la era
de Chueca, junto al almacén de Mena.
Ahhh, vale, perdón.
Quesqueyalovamosaquitar. Pues ya hace un mes que se acabaron las obras y de
momento, ni mención. Y como la mierda llama a mierda, lo que en un principio
era escombro más o menos limpio se está viendo acompañado ya por la inestimable
presencia de la basura y la mugre en su más puro estado.
Y alguien ha estado salao. Hay
que reconocerlo. Hay un cartel colocado por Ayuntamientos anteriores a la
entrada de la era que prohíbe expresamente verter escombros bajo pena de multa.
A no ser que sea el propio Ayuntamiento, supongo. Pues bien, alguien ha doblado
el cartel y no se lee. Quien quiera que haya sido tiene un sentido del humor
muy socarrón.
Bueno, me voy a tomar las cosas
con calma. Ni voy a llamar al Seprona ni lo voy a denunciar en ningún sitio.
Que la basura y el escombro reciban a los visitantes que lleguen a nuestro
pueblo para que se hagan idea del nivel de zafiedad que nos caracteriza. A ver
si se nos cae la cara al suelo de vergüenza.
A ver si alguien toma cartas en
el asunto y en menos de dos meses conseguimos cambiar la maravillosa estampa
que adorna el acceso al pueblo. Así, a ojo, hay tarea para tres días de
retroexcavadora y tres camiones, así que dos o tres meses es un plazo razonable.
Y supongo que de nuevo el escombro irá a parar al lado de la Balsa de Escopar.
El escombro y su amiga la basura. Todo enterrado, para mayor gloria y disfrute
de los Indiana Jones del futuro. Que se preguntarán que tipo de marranos y de
dejados vivía en la ribera del Arga
Os dejo con el bonito reportaje
fotográfico
Fijaos en la calidad y cantidad de la basura
Hay una cosa que me pregunto
¿porqué los días que publico cosas de estas de basuras, son siempre días
lluviosos? Curioso, muy curioso.
El cartel avisador, convenientemente doblado
Y el cartelito de Peralta Monumental, indicando el monumento
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