Bufff amigüitos, que movida
ayer. Bueno, vamos a seguir con cosas más ligeras, que son mejores para el
cuerpo y la mente
Nunca me aburriré de África. De
todos los sitios del mundo es donde más a gusto me encuentro, y no me canso de
repetirlo. A esto ayuda que soy un europeo habitante del primer mundo y que voy
a ese continente con billete de vuelta. Si me tuviera que quedar allí para
siempre posiblemente la poesía sería otra. Decir lo contrario sería muy cínico.
En África las dimensiones son
otras. Los mosquitos son mayores, los kilómetros tienen más metros y los días
muchas más horas. O sea, que las distancias son inmensas y los días se hacen
muy largos. Si sois enamorados de los paisajes de horizontes lejanos, id a
África. Para ver algo similar hay que ir hasta la gran llanura americana o a
Asia central. En España hay algo relativamente comparable: las dehesas
extremeñas
Mi primer viaje por allá fue a
Tanzania. Ahí está el Parque Nacional de Seregueti. Aquí tenemos en la cabeza
el parque de Doñana, o el del Aigues Tortes, o el de los Picos de Europa…
Serengueti es un poco mayor de tamaño que Navarra, para que os hagáis una idea.
Y vive muy poca gente, los pastores Masai que son lo que están a cargo de
proteger y defenderlo.
Tanzania tuvo un presidente
curioso, no era muy corrupto. Y además estaba educado en Gran Bretaña. Cuando tras
la descolonización volvió a casa, se presentó y salió elegido (no me preguntéis
si hubo pucherazo o no). Al poco tiempo, la cínica ONU reclamó a Tanzania que
dejase de cazar y se apuntase a la moda del conservacionismo. Este señor le
dijo a la ONU que tururú, que su país sacaba muchos ingresos de la caza y que
iba a seguir con ello. A menos….. a menos que la ONU pagase a Tanzania una
cantidad similar a los ingresos que sacaba de la caza.
Más o menos les vino a decir.
Tú, ciudadano acomodado del primer mundo, que tus antepasados arrasaron las
llanuras americanas y europeas, ahora me exiges a mí, pobre africano, que
renuncie a una fuente importante de ingresos para que tú, cerdo, vengas a
extasiarte de mis paisajes y luego vuelvas a tu sillón. Puedo hacerlo, pero
quiero compensaciones. Lógico, tenía que sacar a su país adelante tras la
descolonización
Oye, que la ONU tragó. La verdad
es que tanto Serengueti como Ngorongoro merecían ser tratados como lo que son,
dos paraísos. Y eso se hizo.
Pero al presidente se le
presentó tras esto otro dilema. Como coño controlo yo semejante territorio, si
no tengo ni medios ni al SEPRONA de España (¿Os acordáis del SEPRONA de ayer?
Jejeje). Y este hombre, listo como él solo, cedió el uso de las tierras a los
pastores masai. Como su propio nombre indica, son pastores, no agricultores,
con lo que no quieren la tierra para roturarla. La condición que les puso es
que ellos ejercieran de SEPRONA. Y les dio potestad para detener e incluso
matar a los furtivos. Con lo cual, con un gasto de cero pesetas, se encontró
con los parques vigilados. Y fin de la historia, esta vez, con final feliz. Son
dos parques que están gestionados magníficamente.
Si podéis (no es un viaje barato
precisamente) una vez en vuestra vida, merece la pena quedarse sin las fiestas
de Peralta y bajar allí
Pero…. ¿Cuál es el motivo de que
la tierra sea en estos dos parques tan feraz, siendo como es los alrededores un
semidesierto?
La respuesta está en un volcán.
Los nativos le llaman “Ol doinyo lengai”, o sea, “La montaña dios”. Es un
volcán con unas características que no las tiene ninguno otro en el mundo. Las
emisiones de lava son las más frías del planeta. Y esto, unido a una presencia
enorme de carbonatos, fertiliza muchos kilómetros alrededor del volcán. La
hierba en Serengueti es la que más nutrientes del mundo contiene. Esto hace que
los ñus todos los años hagan su gran migración al parque, para poder
alimentarse y allí tener a sus crías. Ahhh, cosa curiosa de la madre
naturaleza, todas “las ñus” paren en un intervalo de dos o tres días. Con esto
consiguen que las crías tengan todas la misma edad en el momento de iniciar el
viaje de retorno de la migración. En esta bendición de Manitoú está también la
condena de África. El magma carbonatado está taponado por un trozo de corteza
impermeable, que hace que este magma presione y presione bajo África. Como
tiene muy pocas salidas (la montaña de Dios es una, pero insuficiente), hace
que la corteza terrestre bajo el continente se vaya requebrajando poco a poco y
se separe de Asia. Los efectos los podemos ver ya en el Mar Rojo y el Valle del
Rift. Se estima que en 200 millones de años África estará ya partida en dos.
Bueno, ya lo veremos amigüitos
Y claro, los pastores masai
encantados de la vida de que su rebaño paste en las mejores tierras ganaderas
del mundo.
Tipo listo aquel presidente
Fotitos
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