Hoy hace tres años del incendio que calcinó
trescientas hectáreas en Falces y Peralta. Como siempre digo en esta fecha, nos
quedamos sin los pinares que los abuelos plantaron a pico, pala y azadón.
Hoy tenemos mejores medios, y aún a pesar de la
crisis, más y mejores presupuestos. Creo que de lo que carecemos es del ímpetu
que tenían hace setenta años. Bueno, en algo hemos tenido que ir a peor.
Podéis subir y contemplar cómo se está portando el
monte en su zona quemada. Buena germinación, en torno a los treinta mil en
algunas vaguadas pero inexistente en los cabezos de yeso.
Nosotros seguiremos con nuestra iniciativa. Creo que
la experiencia va a ser positiva. También podéis ver la zona del camino de
carricas, la que hemos aclarado y plantado por nuestra cuenta. Las encinas han
tomado prácticamente al cien por cien así como el resto de especies. Y la madre
naturaleza nos ha regalado algún chopo y acacia. También la germinación de
coscoja es importante.
Una cosa curiosa, se está dando germinación de pinos
no solo en la zona quemada, también en algunas partes que los pinos no ardieron
pero se talaron a posterioridad están brotando nuevos pinitos. El bosque se
defiende.
¿Cuánto costó apagar el incendio? En torno a los
cuatrocientos mil euros
¿Cuánto miedo pasaron los vecinos? Los que vivían al
lado de donde llegó las llamas mucho
¿Cuánto valía la madera? Por lo menos el coste de
sacarla, que no bajó de cien mil euros
¿Qué va a pasar con el resto de pinares? Son carne
de incendio. Y si ocurre volveremos a ver el mismo circo, los mismos políticos
con otras caras y las mismas putas frase repetidas hasta la saciedad y gastadas
por el uso
Al final y al principio siempre lo mismo. Hay dinero
para lo que quieren. Lo bueno es que la naturaleza, mejor o peor, se las apaña
sola.
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