Declaraciones de D. Salvador
Mera, secretario de UGT en Cádiz:
Los comentarios de los lectores
son para morirse de risa. Es que somos así, nos da por hacer el chiste y la
broma fácil. En un país que se está yendo al carajo y que, por mucho que nos
digan, estamos a gran distancia de sacar la cabeza.
Pero bueno, a lo que voy. Yo
creo que a lo que este señor se refirió es a que no le importa poner su cargo
de liberado a disposición de su sindicato y volver a su puesto de trabajo.
Entiendo que es lo que intentó transmitir
Pero lo único que ha conseguido
es que como poco se rían de él y en general, un desprecio colectivo. Ahora
reflexionemos un poco sobre el cargo que este hombre ostenta y como lo ejerce.
En principio el puesto se puede considerar medio-alto. Secretario general en
una provincia poblada y con muchos problemas es como para pensar que el cargo
es de nivel. Y veamos el nivel de transmitir sus ideas de este señor. Igual a
cero o menos que eso.
Dejando aparte lo que sea como
persona, que no tengo por qué dudar de él, francamente que alguien así esté
ocupando un cargo tal da que pensar. Y lo malo es que no es un caso único. Es
un mal endémico de esta pequeña península
¿Cómo se llega a ser algo en
política o en un sindicato o en cualquier asociación? Bueno, no niego que a
veces es por valía personal, pero generalmente, y miremos alrededor, una
persona que desea ser algo en la vida pública empieza su carrera como delegado
de curso. Luego ingresa en las juventudes de lo que sea, con quince o dieciséis
años. A continuación se va abriendo camino unas veces a codazos y otras a
empujones hasta ocupar un puestecito de segunda fila. Y aquí empieza lo bueno.
Dentro de los partidos o sindicatos hay “corrientes” (corrientes y molientes,
que es lo que abunda, pero bueno, eso es otra historia) y te tienes que apuntar
a una “corriente” y rezar por que sea la buena. Si no funciona tu “corriente” y
tienes “cintura política” tienes que ser lo suficientemente hábil como para
mutar la piel cual gardacho de Moratiel y que no se note.
A partir de este momento de que
eres un segundón empieza la tarea más ardua y pesada. Consiste en coger a la
persona que manda en ese momento en tu “corriente” y demostrarle una “lealtad a
toda prueba”. Esto es, proceder con la lengua todo lo afuera que se pueda y
todo lo ancha que seas capaz y relamer desde el final de la espalda hasta el
ombligo recogiendo todo tipo de muestras orgánicas que te encuentras por el
camino. Y así, a base de lamer culos puedes llegar a ocupar un puesto arriba
Evidentemente no siempre es así.
Yo conozco personas de mucha y contrastada valía profesional que dejan sus
ocupaciones y se dedican a la política, y tras un periodo más o menos largo
vuelven a lo suyo. Pero lo habitual en “el partido” es el pelotillero
profesional
Y te encuentras en “los partidos”
y “sindicatos” a personas que nos saben hacer un ocho con una escopeta de dos
caños pero con unos cargos y responsabilidades que les superan por todos los
sitios. Pero les da igual. Llevan años y años haciendo la rosca para llegar ahí
y cualquiera los mueve
Lo malo es cuando, como a este
señor, les ponen el foco encima y se ve la escasa preparación y poca
profesionalidad. Y son personas que marcan nuestro destino y de las que depende
la buena o mala vida de muchos
Por cierto, el insigne D.
Salvador Mera luce el apellido de un gran y valiente sindicalista español. Don
Cipriano Mera, afiliado a la CNT española. Este hombre empezó de albañil y
acabó siendo teniente coronel en la guerra civil española. Un hombre
consecuente, valiente y con cabeza. Tras la derrota se exilió a Argel, y volvió
a ser albañil. Una biografía muy interesante de un hombre muy íntegro, fiel a
sus compañeros y leal al gobierno establecido.
Este hombre sabía que esa
estúpida frase de “Más vale morir de pie que vivir de rodillas” la acuñaron los
que mandan para joder a los mandados.
Y Don Cipriano eligió otra cosa:
vivir y de pie. Con dos cojones. No me imagino a ningún sindicalista actual
ponerse al frente de un cuerpo de ejército para defender nada.
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