Bueno, antes que nada
agradeceros las innumerables muestras de cariño y amistad que me habéis
mostrado. Secando las lágrimas que anegan el teclado con un espontex estoy.
A lo que vamos
El otro día entrevistaron al
director general de una entidad sin ánimo de lucro, Ecoembes. Se dedican a
planificar y promover la recogida de envases usados. La verdad que a mí sus
palabras me causaron buena impresión y fue una entrevista bien hecha. El hombre
parecía muy convencido de lo que decía y se creía lo que patrocina y vende.
Amén de que el currículo profesional de este señor era impecable e
impresionante. Como os digo, un buen profesional
La entrevista se centró en la
“gran labor que por el medio ambiente hace ecoembes”. Y sobre esto giró la
mayor parte del diálogo.
Hubo una frase que se repitió
mucho “hemos mejorado en nuestro país”. Y sobre esto es sobre lo que os quiero
hablar hoy. No se puede hablar de “ecología” y de “nuestro país” a la vez. Es
incompatible y son dos palabras que riñen. “Ecología” es una palabra de origen
griego y cuya etimología quiere decir “conocimiento de la casa”. Pero no en el
sentido de “casica” no. Casa a nivel global, a nivel mundial.
Mientras hablemos de “nuestro
país” o “nuestra región” vamos mal, muy mal. Qué bien nos sentimos por que el
“nivel de recogida de envases en España ha aumentado en un….%” y “hemos
contribuido a una reducción de emisiones de….%”. Esto es cierto, y no es que
esté mal. Pero pretender dar a un problema global soluciones puntuales no
conduce a nada
Mientras en el gordo y grasiento
primer mundo jugamos a lo chachi piruli que es la ecología en el tercero se
están tragando toda la basura intratable que a nosotros nos molesta. Pagas una
cantidad al tiranuelo de turno y te mando este portaaviones lleno de amianto
para que tus habitantes lo desguacen. O apruebo una normativa prohibiendo
enterrar según qué tipo de mierda en mi ecológico país y se la mando a los
africanos para que la “gestionen”.
Qué bonito y qué práctico es ser
rico y tener pobres cerca para mandarles el veneno que a nosotros nos molesta
Hay un sitio en África, la Bahía
de Nouadibú, en Mauritania. Posiblemente nuestro amigüito Txema en su periplo
africano haya estado allí. Es uno de los mayores cementerios de barcos del
mundo. Cientos y cientos de embarcaciones, de las que se nos han quedado viejas
y obsoletas y no merece la pena reparar ni desguazar, están allí embarrancados.
Un sitio que nos debería dar vergüenza a todos los que nos titulamos como
“ecologistas”. Toda nuestra basura que no queremos o que nos sale muy caro de
tratar se la hemos encajado a esta pobre gente
Ahora parece que la cínica UE va
a aprobar un proyecto para la limpieza de la zona. A ver en que queda
Os dejo algún enlace, con fotos
y demás
Qué fácil es ser ecologista si
eres ciudadano del primer mundo. Si tu primera preocupación es nutrirte o que
no te peguen un tiro, la cosa cambia y mucho
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