La verdad es que hay veces que
te topas con cada compañero de viaje que da para atrás. Me refiero al típico
listo, al que lo sabe todo, al que siempre ha comprado algo más barato que tú,
al que ha comido lo mismo pero mejor y a menos precio. En resumen, al petardo
que a los pocos días todo el grupo lo tiene fichado y huye de él como de la
peste
Se caracteriza por saber más que
tu guía y más que cualquier libro de viajes. Y por ser un tipo repelente. Y
capaz de amargar a cualquier viajero nobel que no sabe identificar a este
espécimen y como tratarlo. La receta es siempre la misma, buscar el sitio
diagonalmente más lejano de donde se encuentre.
Sí que es cierto que este tipo
de elementos cuanto más “raro” es el viaje, menos abunda. Pero como hagáis algún
circuito por Europa, aparece fijo
No sé si recordáis el caso de
unos chicos españoles que los detuvieron en Lituania por coger una bandera del
país. Pues luego supe que les habían avisado por activa y por pasiva que las
banderas no se tocan. Pero como soy el lisssto, hago lo que me da la gana. Y
acordaos como acabó aquello, que por poco recalan con sus huesos en una cárcel
lituana
En la frontera entre Finlandia y
Rusia nos comentó la guía que mucho cuidadito. Que no fotos y que ojo con todo.
Y nos dijo que el año anterior a un viajero no le dejaron entrar al país, que
lo dejaron en Finlandia. ¿Su delito? Hacer pis.
Joder cómo son los rusos me
diréis. Pero es que hizo pis a la entrada de la garita de los soldados
fronterizos y debajo del mástil de la bandera rusa. Y los soldados, muy
educadamente, le dijeron que de pasar a Rusia nada de nada, que siguiera
haciendo pis o en Finlandia o en casa de su puta madre
A mí me ocurrió un caso
desternillante. Fue en el viaje a Kenia, a la salida. Nos habían advertido por
activa y por pasiva que nada de comprar objetos hechos con pelo de elefante o
con dientes de animales. Que estaba prohibido, a no ser que lo adquirieras en
sitios muy determinados. Yo tuve suerte en aquel viaje, coincidí con dos
parejas de madrileños que eran gente estupenda. Y sin embargo, en el otro grupo
iba una cuadrilla de impresentables que para qué. Los típicos tíos que al final
del viaje no hacen más que despotricar contra todo y contra todos. Guías,
agencias, autobuses, aviones, nativos, tribus, animales, vegetales…. nada se
dejaban. Todo estaba mal. La gente era estúpida. Los habían engañado. Qué se yo
que montón de lindezas salían de aquellas bocas.
Yo daba gracias a manitú por
haber evitado coincidir con semejante panda.
Bueno, ya en el aeropuerto para
salir del país. Mi grupo con el otro. Y se inicia un registro de equipajes.
Todo correcto. Llegan al petate de uno de los más impresentables y quejicas.
Le ordenan abrir y encuentran
cuatro colmillos de facocero. Es el jabalí verrugoso africano. Y el funcionario
de aduanas le recrimina la acción diciéndole que está prohibido.
El elemento en cuestión no
hablaba inglés, como la mayoría del grupo. Y no
entendía nada de nada de lo que le decía el policía. Y empieza más o
menos así
“Oye tío, que soy un turista que
ha venido a dejar el dinero en tú país. Déjame en paz. A ver que te has creído”
Evidentemente el poli no
entendió nada, pero el tono chulesco le molestó bastante. Y siguió insistiendo
en que estaba prohibido traficar con colmillos. El tipejo cada vez más flamenco
y el poli ya perdiendo la paciencia.
Se ve que ese día me pilló de
buen samaritano e intervine. Le expliqué al tipejo lo que le decía el poli. Y
el tío, en el colmo de desfachatez salta
“Que no los he comprado, que los
he recogido en una charca. Dile eso a este negro. Y dile que soy un turista que
ha venido a dejar su dinero”
Y yo traduje
“Disculpe señor. No habla inglés
y está nervioso. En ningún momento ha pretendido ofenderle. Dice que no sabía
nada del tema del tráfico de colmillos o pelo de elefante. Que lo siente mucho.
Que deja aquí los colmillos si a usted le parece bien. Y que se considera el
más tonto del grupo por haber hecho lo que ha hecho”
Esa fue la traducción que hice.
El poli contesta
“Ah, vale. Dejamos aquí los dientes
y nos olvidamos del tema. Acepto sus disculpas. Dígaselo por favor”
“Que dice que en menudo lío te
ha metido. Qué bueno, que como total es poco, que si dejas aquí los colmillos
te deja pasar. Que lo has pillado de buen humor. Y que te puede caer un paquete
que te cagas por esto”
“No sé que se han creído estos
negros para tratarnos así. Pues que se quede con eso. Yo sólo quiero salir de
aquí cuanto antes”
“Que dice que bien. Que está muy
agradecido y que disculpe su ignorancia”
“No pasa nada. Pueden ustedes
seguir”
Ya veis, me permití la licencia
de hacer una traducción un poco creativa, pero creo que fue mejor para el
imbécil aquel. Si es que a veces, hasta tengo buen corazón
Recomendación amigüitos, por
esos sitios africanos. Siempre escuchar las normas y CUMPLIRLAS. Que por
cualquier estupidez te puedes meter en un lío gordo. Y evidentemente no perder
nunca el respeto a nadie.
Los hay estúpidos
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