Hay una curiosa teoría, la de
las “seis personas”. Quiere decir que entre cualquiera de nosotros y otro
habitante del mundo, con “saltar” a través de seis personas, llegas. Por
ejemplo, un señor de Arkansas y yo. Yo conozco a un vecino de Peralta (uno) que
conoce a un señor que fue embajador de EEUU en España (dos). Este embajador
conocerá a algún cargo (tres) que conocerá a alguien de Arkansas (cuatro)
y a su vez este señor a otro (cinco) de
un pueblo cercano al que yo busco que conoce a un vecino (seis) que conoce a
quién yo busco. Pensadlo, con seis enlaces puedes llegar a cualquier persona
del mundo.
Pero resulta que esto no acaba
aquí. Todos somos familia. Al final, la Biblia va a tener razón. Hay algo
denominado “reloj molecular”. Es una técnica mediante la cual se data la
divergencia entre dos especies. Esto es, hace cuantos siglos se separaron.
Sirve para saber cuando hubo una “separación” entre especies. Utilizando estas
técnicas y contando hacia atrás se ha demostrado que hubo Adán y hubo Eva
A ver, que no me he caído del
caballo camino de Damasco y me he vuelto seguidor de Abraham. Resulta que el
ADN de las mitocondrias se transmite de madres a hijas y el cromosoma Y de
padres a hijos. En estas cosas me pierdo y como tampoco me mola mucho no leo
los temas de biología, pero si lo que suponen en la historia. No es que todos
vengamos de una sola madre (Eva) o de un
solo padre (Adán), lo que quiere decir es que todos estamos emparentados con
esas hembras primigenias y con esos machos originales. No es que fuesen únicos,
si no que hubo una época en la que había
muy pocos homo sapiens y que todos entre ellos tuvieron algo que ver en temas
reproductivos. Encima entre Adán y Eva (cromosomas Y y el ADN mitocondrial ese)
hay un desfase temporal de 100.000 años. O sea, que hubo dos momentos en la
historia (o prehistoria) en las que hubo muy pocos antepasados nuestros
poblando la tierra. Y en un grupo muy próximos entre todos ellos.
Ha habido dos teorías del origen
de lo que llamamos hombre tal y como lo conocemos. Que partimos de un único
grupo que posteriormente colonizó el planeta y la otra, que el ser humano se
desarrolló partiendo de muchos grupitos aislados por todo el globo. Hoy en día
ha perdido fuerza la segunda y todo el mundo se alinea con la primera opción. O
sea, que un pequeño y único grupo de personas, que se estima de entre dos mil y
diez mil personas, pobló las llanuras de Namibia y el Kalahari hace setenta mil
años. Y este grupito era lo único que había del homo sapiens sapiens en el
globo.
Cuando las condiciones
meteorológicas se dulcificaron al final de la cuarta glaciación este grupo fue
creciendo y se extendió por toda la tierra. Sucesivas alteraciones cromosómicas
dieron lugar a los blancos, los rubios, asiáticos y demás. A través de Bering
pasamos a América y como el mar estaba más bajo (ya os lo conté en http://vallacueravivecarricasrenacera.blogspot.com.es/2013/09/hace-once-mil-anos.html)
llegamos a Australia. Y aquí estamos
Que no se nos olvide que
procedemos de un grupo de vagabundos asustados que erraban muertos de miedo por
las estepas africanas. Y dejémonos de chorradas nacionalistas fascistoides y de
sacar pecho de ser de tal o cual lugar. Y de orgullo por pertenecer a una aldeica
determinada. Yo particularmente me puedo enorgullecer de cosas que he hecho o
cosas que pudiendo hacer opté por no realizarlas. Pero el nacimiento o
pertenencia a una raza no se elige, te toca. Es como enorgullecerse porque te
caiga la lotería. Que no tío, que te ha tocado, que es casualidad.
Dejaos de necedades de
franceses, vascos, andaluces o texanos. Todos somos africanos. Aunque luego
haya mucho tonto nacionalista que se envuelva en banderas para clamar por su
singularidad frente a otro homo sapiens que está en el pueblo de al lado y
separado por una raya en el mapa.
Venimos de una cuadrilla que
hace setenta mil años eran cinco mil desharrapados cagados de miedo que tenían
que esquivar a las fieras para sobrevivir.
Luego mejoró y ahora somos siete
mil millones. No nos ha ido mal. Y todo gracias a las herramientas y sobre todo
a la ciencia. Pero eso, es otra historia.
El tema de la prehistoria y de la historia de la humanidad me apasiona. Sobre el segundo tema me voy a permitir recomendar el libro "armas , germenes y acero", de Jared Diamond. Explica porqué el mundo es como es, como hemos llegado hasta aquí. Nada menos. Habla de nuestra historia desde un punto de vista científico, de forma sana y clarificadora. Imprescindible
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