Se dice,
se cuenta, se rumorea que antiguamente para premiar los servicios se cubría a
una persona de oro. El oro ha sido siempre el metal más valioso. ¿O no?
Ahora ya
no amigos. Hay elementos, de los de la tabla de las valencias, que valen mucho
más. Ya la pobre plata tiene poco valor, y desde que la fotografía y
radiografías han pasado a digital aun menos. El oro siempre ha sido un “valor
refugio”, como las fincas. Ahora anda por los 970 dólares la onza, o sea, unos
25.000 euros el kilo. No está mal, pero hace un año rondaba el kilo de oro los
44.000 euros. Vaya vaya con el refugio.
Hay otro
metal más caro. El platino. Hace tiempo tuve una discusión de las que me duran
poco, pues ante la estupidez lo mejor que se puede hacer es darse media vuelta.
Una elementa me hablaba del oro blanco. Y yo le comenté, en mi candidez, “Ahh,
el platino”.
Me miró
como se mira a un imbécil y por encima del hombro me dijo
“No
hombre no. Oro blanco. ¿O no sabes que hay dos tipos de oro, el amarillo, que
es el más abundante, y el blanco?”
Yo le
agradecí la aclaración y seguí con mi café. Ante tanta sabiduría me suelo
plegar. Pues eso, el platino o como decía la lisssta esa, el oro blanco está
por los 1046 dólares onza, que son 26500 euros kilo.
Luego
tenemos otro metal que es el top. El rodio. Si queréis quedar como señores con
la mujer de vuestros sueños, nada con un buen anillo de rodio. El kilo ronda
actualmente los 255.000 euros, que no está nada mal.
Luego
hay cosas que chocan. El precio de la tinta de impresora por ejemplo. Un litro
de tinta vale 7.000 eurazos. Pero no regaléis a nadie un litro de tinta porque
seguro que no sabe apreciar la gentileza
.
Y luego
están las rarezas. El kilo de meteorito cotiza sobre el millón de euros. Si os
cae uno en el huerto y os escacha la cabaña no os caguéis en lo más sagrado.
Todo lo contrario, agradeced a tutatis vuestra buena suerte y recoged la grava.
Luego
las marranadas. La heroína, cocaína y MDMA también tienen precios prohibitivos,
no es como para ir y comprar cuarto y mitad.
Pero
ahora os voy a contar lo más caro del mundo mundial. Bueno, primero lo segundo.
Un material curioso, un isótopo del hidrógeno. Da la casualidad que el
hidrógeno es el material más abundante. Pero su isótopo no, y de hecho hay que
fabricarlo. Se trata del tritio.
¿Qué
para qué sirve el tritio? Fundamentalmente para hacer el hijoputa. Es un
componente esencial en las bombas termonucleares y es el elemento más
controlado del planeta. Este material, combinado con deuterio y con el
empujoncito de una explosión atómica convencional crea el sol. Pero que no se
os ocurra ir al mercadillo a comprar tritio, podéis recibir la visita de unos
señores de negro con acento o ruso o americano que os harán pasar un mal rato
antes de haceros pasar a la eternidad.
¿Precio
del tritio? Pues unos 144 millones de euros el kilo. Ahora, el destrozo que puedes provocar con
este kilo es considerablemente mayor.
Y
llegamos al final. ¿Lo más caro de lo más caro? Pues una cosa que también
abunda mucho pero no está a nuestro alcance. La antimateria. Se supone que hay
mucha en el universo, pero no está a mano.
En el
LHC, el gran colisionador de partículas, se ha creado una poquita. Pero su
coste de de unos 38.000 billones de euros por kilo. ¿Cuánto es esta mareante
cifra? Traduzcámoslos a algo cotidiano, por ejemplo, a chalets de los buenos,
de los que valían 250.000 euros en la época gloriosa. Son 152.000.000.000 de
chalets. Sí, sí, son ciento cincuenta y dos mil millones de chalets. O sea,
3.400 chalets por español. No está mal el precio de la antimateria ehhh.
Así que
si queréis quedar bien con vuestro amado-amada decidle algo tan romántico como
“Vales
tu peso en antimateria”