Música de hoy, vamos con algo de pesca y pescadores. La banda sonora de la película de John Houston "Moby Dick", compuesta por Philip Sainton
Es sorprendente lo complicado que puede llegar a ser ser un ciudadano del primer mundo. Lo digo por la cantidad de normas, normicas y normativas que tenemos que cumplir a lo largo del día. Y lo mas gracioso del tema es que a veces pueden a llegar a ser contradictorias.
Evidentemente que todas las normas han tenido su porqué, no podía ser de otra forma y sobre todo en sus orígenes. Lo que pasa es que como decía la abuela de un buen amigo mío
"Lo que está bien, está bien. Y lo que está rebien, revienta"
Con esto me refiero a la manía de los legisladores de pretender regular hasta el último punto de nuestra vida y obligarno a vivir en un corset en el que ni cabemos ni estamos cómodos
Volviendo el otro día de dar un paseo por el monte con Sergio salió a relucir el tema de la pesca. De todos es conocida la plaga que tenemos en nuestros ríos del pez gato y del siluro. De hecho estos últimos eran problema en el Ebro, pero ya los tenemos por los ríos afluentes, como no podía ser de otra forma
El caso es que desde la administración se han hecho eco del "problema que representa el pez gato". Y ¿Que solución han tomado?. Pues de momento, ninguna definitica. Lo que se les ha ocurrido es sacar una normativa que impide devolver al pez gato que pesques al río. O sea que tú, pescador, si atrapas un pez gato no lo puedes delvolver al río. Lógico ¿No?. Pues sí. Lo que ocurre es que también la normativa te impide matarlo. Entonces ¿Que hacer?¿Donde ir?¿Lo de Viriato fue crimen o asesinato?. No lo puedo devolver al río pero tampoco puedo matarlo. Entonces ¿Me lo tengo que llevar a casa y adoptarlo?. Es que es de traca esto de la administración
Luego te encuentras con que las normativas entre las diferentes comunidades autónomas no son iguales. El Ebro es el mismo, pero las normas de pesca varían de un lugar a otro. De traca, también
La normativa que regula las vedas, las artes de pesca....... todo varía. Y luego te tienes que sacar la licencia de pesca en la comunidad autónoma correspodiente. O sea que si eres un pescador navarro igual te tienes que dar de alta en Navarra, La Rioja y Aragón si te apetece pescar diferentes especies. De locos, vamos.
¿Y en Madagascar?
Pues como todo en Madagascar, en Madagascar cada uno va a su bola y no pasa nada.
A lo largo del viaje vimos diferentes y divertidas formas de pescar. Artes de pesca que harían temblar a un purista de la pesca.
Un día en el Manambolo nuestros piragüistas decidieron que ese día para cenar iba a haber pez. Así que sacaron de una de las canoas una remanga, lo que en mi monumental pueblo se conoce como tresmallo. El tresmallo es algo que está prohibidísimo en España. Es algo que atenta contra todos los mandamiento. Algo innombrable, vamos
Pues allá sacaron un tresmallo de unos........ veinte metros de largo y dos de alto, con dos cojones. Lo cruzaron en el río sin ninguna muestra de que pensaran que estaban haciendo nada malo y..... todo lo que nadaba acabó en la red. Y sin ningún escrúpulo. No pasa nada, hay que comer. Me imagino que si en la expedición hubiera habido algún escrupuloso pescador le hubiera dato una apoplejía cardíaca al contemplar lo noble del arte empleado
Otro día cenamos cocodrilo. Estos reptiles con curiosos. Toda su vida están creciendo, hasta el último día de su existencia. Entonces el tamaño que alcanzan depende fundamentalmente del alimento del que dispongan. En el Manambolo por lo visto no hay mucho de que puedan comer, así que no son muy grandes. En torno al metro y medio los mayores, no mas. Sin embargo hay otros ríos y algún lago en Madagascar en el que los ejemplares pueden llegar a los cinco metros, algo respetable y temible.
Pues como os digo una noche nos cenamos un cocodrilo. ¿Que como lo habían pescado?. Pues vieron sus huellas en la arena, lo siguieron a una zona de juncos y cuando lo localizaron...... zasca, puñalada en la cabeza y a la sartén
Y lo mejor fue en el barcos, los últimos días. Allá parábamos un rato por la mañana y otro por la tarde, nos poníamos las gafas de buceo y las aletas y estábamos un rato haciendo snorkel con el tubo. Todo un provilegio dado que Edu es instructor de buceo y sabía bastante de los nombres de todos los bichos que por allá nadaban.
Mientras nosotros hacíamos el zángano con el tubo, uno de los marineros se ponía un neopreno y agarraba el fusil de pesca. Y al volver al barco siempre había tres o cuatro pescados insultantemente frescos en cubierta que minutos después acababan en su lugar natural, en la sartén.
Evidentemente el concepto es distinto en nuestra zona que en la suya. Aquí pescas por diversión, allá lo hacen por necesidad. Y partiendo de puntos diferentes las normas es normal que sean diferentes. Evidentemente en Europa hay que reglamentar el tema. Allá, en África, el tema se reglamenta solo. Es pura necesidad, así de claro
Aún se me hace la boca agua al recordar esos pescados. Que buenos. Y por cierto, el cocodrilo estaba de cojones de rico.
No tenía ni idea de lo del pez gato, pero desde luego que es de traca.
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