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viernes, 5 de julio de 2013

Estamos ¿seguros? tras nuestras motas (parte 1)



 Noooo, que los interrogantes nos son una metedura de pata. Estamos seguros. Oooooo, ¿estamos seguros?

No hablo de una rotura por accidente de la mota que protegen al casco urbano. Evidentemente toda construcción tiene un factor de riesgo inherente a ella misma y la mota también. Pero no me refiero al un hecho catastrófico sino a otro.

Las motas nos dan una seguridad tanto real como psicológica. Pero yo entiendo que las motas en Peralta son una obra inacabada. Me explico.

Recodad la riada del lunes diez de junio. Cómo bajaba el Arga.  Y nuestro casco urbano abrigado y protegido del río. Pero, y esto creo que todos os habéis fijado, hay una zona del casco urbano muy extensa que queda por debajo del nivel que llevaba el río. Para que funcionen las motas es necesario cerrar los desagües que van al Arga. Si esto no se hace, es por los desagües por donde entra la riada. Hasta ahora, todo bien. No os descubro nada que no sepáis

¿Qué ocurre si los desagües están cerrados y cae una tormenta o llueve de temporal? Sencillo amigos, el agua se acumula en la parte más baja del pueblo (zona del paseo viejo, calle del río, urbanización nueva…) y el problema viene no del río sino del agua de lluvia que no puede salir.

Entiendo que es necesario complementar las obras de protección del pueblo (las motas) con dos o tres grandes arquetas (depósitos) en los que se puedan colocar bombas de achique y lanzar el agua de lluvia por encima de la mota.

Es sencillo. Si el lunes 10 hubiese estado lloviendo toda esta agua se hubiese concentrado en la parte de menor cota del pueblo y las motas sencillamente no hubiesen servido para nada, la inundación hubiera venido del cielo. Toma plaga bíblica.

Os pongo una foto para que veáis la cantidad de terreno que se recogen en los desagües de lluvia y que se concentran en la parte baja




Como podéis ver, son aproximadamente dos millones y medio de metros cuadrados de “cuenca pluvial”. Pongamos un supuesto no muy disparatado, que llueven veinte litros por metro cuadrado en un día (tiempo que suele durar la riada y un chubasco normal)

Son cincuenta millones de litros de agua los que se recogen en ese tiempo. O sea, cincuenta mil metros cúbicos. Os pongo otra foto de la parte “baja” o “más honda” del pueblo



Ocupa una superficie de unos veinticinco mil metros cuadrados. Hacemos la división, que somos muy listos, y dividimos cincuenta  mil metros cúbicos entre veinticinco  mil y salen dos metros, o sea agua por todo. Parece un cifra respetables, pero si entramos en el terreno de “y siiii” pues eso, y si en vez de caer veinte litros son sesenta (como llovió la noche del viernes) ya son seis metros de agua. Vaya, ya empieza a molestar. Y si la riada dura dos o tres días y está lloviendo ese tiempo ya la cosa empieza a humedecerse.

Sin más, entiendo que la obra complementaria de un par de arquetas de bombeo es sencilla y barata. Complementar la mega obra que supuso la mota con esto es del todo racional , barato, sensato y necesario. Si no, nos acordaremos

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