Un amigüito ha enviado esta foto
Parece que ante la presión
ejercida por el colectivo de cazadores y la hecha por el resto de personas que
somos usuarias del monte el ministerio ese que tantas cosas hace ha cedido a
los segundos
Así pues, y hasta nuevo aviso,
no se va a cerrar el monte los días de monterías.
Me alucina la rapidez con la que
desde un ministerio se ha puesto punto y final a un tema. De hecho ha sido casi
al principio de la polémica, sin dejar que esta fuera a más ni creciese.
Y esto ya es opinión mía.
Dificilmente se puede conjugar el paseo por el monte, sea cual sea su
modalidad, con que otro colectivo esté pegando tiros. Por mucho que se exija
prudencia y se pongan normas y normativas, un accidente es eso, un accidente.
Si no se quiere prohibir la caza algún medio habrá que poner para regular las
monterías. Una bala a quinientos metros sigue teniendo todo el poder letal. Y
entiendo que ningún cazador quiere herir a nadie, pero siempre queda ese margen
al accidente. Coged cualquier mapa de las zonas por donde os movéis y trazad un
círculo de quinientos. Acojona pensar en que te puedas meter sin querer en una
zona de caza y que sin querer una bala perdida te alcance.
Francamente yo veo una difícil
tarea combinar las dos actividades de tal forma que los cazadores cacen y el
resto disfrutemos tranquilamente del monte.
Al final pasará como en la
película de los inmortales que “Sólo puede quedar uno”. O asumimos que salir al
monte el día de caza tiene un riesgo o prohibimos cazar. Es imposible
garantizar la seguridad, ni siquiera para los propios participantes en la
montería. De hecho la mayoría de los accidentes por balas perdidas se dan entre
los cazadores
Vaya papeleta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario