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Música

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miércoles, 6 de enero de 2016

Y parece que está lejos

Música de hoy "The end", de The doors. Aparece en la banda sonora de Apocalypse Now




Hoy el el Día de Reyes, día de felicidad para muchos críos. Pero hoy también se cumplen los años de un par de hechos de los que dan ganas de borrarse de la humanidad

El día 6 de enero de 1942 comenzaron el el campo de concentración de Buchenwald (foto de arriba) los experimentos con personas y el tifus exantemático. Humanos usados como cobayas, prisioneros a los que se les infectaba el tifus para luego ver su evolución y probar tratamientos. Ni qué decir que la mayoría morían, o bien a causa de la enfermedad o por las "medicinas" que se les administraban. Se calcula en torno a los 56.000 los fallecidos por este tema en el campo de Buchenwald

Este campo no era un campo de exterminio, no tenía cámaras de gas ni hornos crematorios. Era un sitio de paso, de concentración como su nombre indica. Un mero paréntesis hacia lo que era definitivo, la muerte. Y esto venía o en otro campo, ya de los de exterminio, o en el propio lugar víctima de las enfermedades, las torturas, las enfermedades la desnutrición o los perros de los kapos del campo.

Y también fue otro 6 de enero, este en 1945 cuando las tropas soviéticas liberaron el campo de Auswitch. Ya los aliados sabían de la existencia de estos campos, la compañía Easy de la 101 aerotransportada de EEUU había liberado algún campo de concentración. Pero fueron los soviéticos los que se dieron de morros con el horror de Auswitch. Soldados recios y duros que llevaban tres años batiéndose el cobre se quedaron boquiabiertos ante el horror de lo que contemplaron

Una muestra de hasta donde puede llegar el ser humano cuando se deja arrastrar por el odio y el racismo.

Por cierto, en los años noventa se revivió ese horror. No hubo campos de exterminio pero sí de concentración. Con alambradas de concertina, perros y kapos también. Y fue en la civilizada Europa de hace escasos treinta años, en lo que quedaba de lo que fue Yugoslavia. Todo bajo a atenta mirada de la OTAN  y de la ONU. Y no hicieron nada.

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