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viernes, 9 de mayo de 2014

Secuestro en Nigeria

Ya os he contado la historia esa que viví en África, la de los cien dólares por comprar una niña. Un compañero mío de trabajo le tocó currar en Nigeria hace unos treinta años y me comentó que la cotización de mujer joven en esa parte del continente era más o menos lo mismo, cien dólares la pieza. Y esto ha sido así desde que los europeos volvimos al continente que hace veinte mil años nos vio salir.

Podemos ver la botella medio llena y pensar que la situación en África ha mejorado. Argumentos los hay, ya que las hambrunas que se vivieron en los años ochenta y noventa casi han desaparecido. Y también se puede hablar de que ha habido un antes y un después de las matanzas de Ruanda. Pero lo cierto es que lo de África no ha mejorado, simplemente ha cambiado. Es diferente a los años ochenta. Ahora son guerrillas, golpes de estado y conspiraciones

Ya el mundo no vive la dicotomía entre la URSS y EEUU. Ahora son más las potencias que juegan la partida en el tablero geopolítico mundial. Y a este diabólico juego se ha unido el fundamentalismo religioso musulmán. Y por si fuera poco algunas compañías internacionales poderosas también participan en este envite. Ya se están dando casos de empresas que se deslocalizaron de Europa a China y ahora están cambiando los trastos y yéndose a África. Lógico, los sueldos en la China Comunista se han disparado hasta la astronómica cifra de más de cien euros y con eso da para pagar a varios africanos. Y luego con todo esto de la ecología y la sostenibilidad. Bufff, que problema. Pues pliego velas en China y me voy a África, que si empuerco algo da más o menos igual.

A todos, políticos, yihadistas y empresas les mueve lo mismo: la pasta

África lleva siendo esquilmada desde que los europeos descubrimos la navegación. Y sin contemplaciones. Ves las prisiones en la Isla de los Esclavos donde los negros se hacinaban para ser transportados y vendidos como esclavos en América y se te caen los güevos al suelo. Quinientos años que llevamos ya dándole duro al moreno

Y hete aquí que una noticia copa todos los informativos. Doscientas niñas adolescentes han sido secuestradas por el grupo radical islámico Boko Haram.

Y el mundo ruge de indignación. Obama ofrece sus mediadores y sus soldados para rescatar a estas criaturas. Y me imagino que si los SEALs americanos no son suficientes, Putin aportará a sus tropas Spetsnaz para echar una mano. Y la Legión Extranjera Belga también puede intervenir, que lo saben hacer y bien en ese continente

La ONU y la UNICEF claman por el futuro de estas doscientas pobres crías. Y todos nosotros pegamos la cara a la pantalla de la televisión y se nos saltan las lágrimas al ver los gestos de dolor de las madres de estas criaturas.

Todo el mundo pide una pronta solución para este caso.

La historia la escriben los vencedores, sobada y manida frase. Hay un momento histórico y una frase histórica que se le atribuye a uno de los peores bichos que ha dado la humanidad, Joseph Goebbels. No sé si es cierta o no, pero ahí va:

“Si hubiésemos matado a cuatrocientos judíos el mundo hubiera clamado indignado. Lo hemos hecho con cuatro millones y no pasará nada. Cuatrocientos es una cifra que cabe en la cabeza de cualquier idiota. Cuatro millones no”.

Pues eso es lo que nos ha pasado. Comprendemos cuanto es doscientos. Y encima nos han puesto fotografías de las niñas y de sus madres retorcidas de dolor. HEMOS VISTO CARAS Y NOMBRES. Y eso es lo que nos mueve y conmueve.

Cuando las víctimas son anónimas no pasa absolutamente nada. Doscientas niñas con cara son secuestras y el mundo ruge de indignación. Mil cuatrocientos críos mueren a diario por algo tan simple y asqueroso como es la diarrea y nadie decimos ni mú. Bueno perdón, algún cooperante, algún periodista raro y algún misionero sí que claman en el desierto, pero no les hacemos ni puto caso. Mil cuatrocientos diarios muertos por disentería, por algo tan simple como no tener acceso al agua potable. Y mueren envueltos en la mierda, literalmente. A diario. Quinientos mil al año, esa es una cifra que cuesta entender. Para que la comprendamos la traduzco. Quinientos mil son los habitantes de Málaga. Pues eso, un Málaga es lo que muere anualmente en el mundo por no tener agua clorada.

Ojala medie el pago de un rescate o una operación policial y las niñas puedan volver a sus casas. Posiblemente sea así, ya que la noticia es muy mediática y todos quieren colgarse la medalla. Y ojala estas niñas se salven

Los mil cuatrocientos que murieron ayer y los mil cuatrocientos que morirán mañana no se van a salvar.
¿Os acordáis de la alegre y contoneante Shakira? PORQUESTOESAFRICA…… pues esto es África.

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