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domingo, 4 de mayo de 2014

Melonada dominical. Recuerdosssss

Capitulo décimo quinto "fronteras, parte seis"

Frontera aérea de Rusia, aeropuerto de San Petersburgo. 
Un viaje muy agradable, tranquilo y cultural.

MUCHO OJITO CON LO QUE COMPRÁIS Y LOS REGALOS QUE TRAÉIS. 

Un amigo colecciona objetos punzantes relacionados con los ejércitos. Yo en Estonia compré una bayoneta del ejército rojo de la segunda guerra mundial. Con su hoz y su martillo. Tan bonita

Pregunto al guía sobre la posibilidad de tener algún problema en las fronteras

"Mientrrras vaya en equipaje facturrrado, no prroblemo"
"Seguro?"
"No prrroblemo"
"Seguro, seguro?"
"No prroblemo"

Pues eso, cruzamos la frontera entre Estonia y Finlandia (terrestre) y entre Finlandia y Rusia (terrestre)

Pero, amigüitos, salimos de Rusia vía aérea. Pasa el escaner mi maleta y una funcionaria que tenia la misma gracia que pillarte los guevos con la puerta de la bajera me señala un rincón y me manda a el mismo. Y quietico, me dice por señas.

Llegan dos policías tamaño ruso, me flanquean a mi (no se me veía), apuntan a mis pobres riñones con el kalasnikov (una de las máquinas que mas ha contribuido al progreso de la humanidad) y me hacen desfilar por toda la terminal del aeropuerto. 

Llegamos al final, una puerta, uno abre la puerta me hacen pasar (era otra sala, bastante grande) y se me quedan mirando con cara de vaca que ve pasar el tren. 

Intento hablar algo con ellos en inglés, pero ni mu, nunca mejor dicho. Uno se apiada un poco, y con la mano hace el gesto internacional de tranquilo (por lo menos no hizo el gesto internacional de te voy a cortar el cuello).

Toda mi vida desfiló ante mi en pocos segundos, y de nuevo, las imágenes de el expreso de medianoche vinieron a mi cabeza. 

Bueno, apareció un teniente joven, y en un correcto ingles me dijo que la bayoneta era propiedad del ejército ruso, que era un delito exportarla y que yo era el mas tonto del aeropuerto.

Le dije que no sabia lo del delito, que gustosamente devolvía la bayoneta a su legítimo propietario, el glorioso ejercito ruso y que de acuerdo con que yo era el mas tonto. 

Se rió (ufff), recogió el pincho, me acompañó a la cola de facturación y me dejó ir.

MUCHO OJO CON LO QUE COMPRAIS AMIGÜITOS

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