En uno de los
post anteriores defendía el derecho a cambiar de opinión
Pues bien. He
cambiado de opinión. Llevo metiéndome con el sistema varios años, no es cosa
pasajera de este blog. Y hay gente que me dice que no soy más que un quejica,
un profeta Jeremías que no hago más que
clamar y no aporto ninguna solución.
Que el sistema
hay que cambiarlo desde dentro.
Estoy convencido
de que no es así, que es el sistema que nos hemos dado el que nos ha llevado a
este erial social, político y moral. Pero en fin, llevado por mis ansias de
probar y experimentar he decidido integrarme en el sistema.
Pensé afiliarme
a algún partido político. Pero estando todos como están machados por la
corrupción no lo voy a hacer. Además si quieres medrar tienes que apuntarte
desde jovencito y así, a lo mejor, a los cuarenta años tienes un carguito con poco
trabajo, bien remunerado y donde puedes deglutir canapés a gusto. Pero llego tarde, ya tengo treinta y
cuatro años.
Entonces voy a
tomar la otra alternativa. Voy a fundar mi propio partido político. Ya tengo
nombre y con él me voy a presentar a las próximas elecciones europeas. El
ideario lo iré desglosando poco a poco y os lo contaré aquí.
Os presento mi
partido. Se llama, como no podía ser de otra forma J.O.D.I.D.O.S. (Juventudes Obligadas Debido a la Inactividad a Dejar Olvidados sus Sueños)
Yo creo que
suena bien y que puede tener tirón. Un slogan puede ser
“El partido,
JODIDOS, para los que no estén convencidos”
“Si estáis,
jodidos, votad a JODIDOS”
“Qué jodidos son
estos de JODIDOS”
“Vota a JODIDOS,
si te tienen que joder por lo menos que lo anuncien”
Y demás lindezas
lingüísticas
Lo voy a
inscribir en la junta electoral y quiero ser como el italiano ese, el Grillo,
que está pero no se presenta. Yo monto el cotarro y quién quiera que se
presente. Que la cosa está jodida.
Quedan cinco días para el Roc en el Río
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