Lunes. Pedro
Salazar Ibiricu ha aparcado su DKV y ha montado su puesto de venta de
achicorias en la plaza mayor de Vic. Ya ha ordenado su apetitosa mercancía y se
dispone a comenzar su jornada.
Se le aproxima
un Mosso d'Esquadra
“Buenos días
caballero. Necesito su documentación de venta ambulante”
Pedro entrega su
carpeta de Guerrero al amable Mosso d'Esquadra.
“Hummmm, veo que
le falta el impreso B-31 y el certificado de desinfección de la DKV con la
sulfamida EPT-23-X. Tengo que multarlo”
Pedro inicia su
semana con -300 euros.
Martes. Pedro
Salazar Ibiricu aparca su DKV y monta su puesto de venta de achicorias en la
plaza mayor de Calatayud. Ordena su mercancía y se dispone a comenzar su
jornada.
Se le aproxima
un Guardia Civil
“Buenos días
caballero. Necesito su documentación de venta ambulante”
Pedro entrega su
carpeta de Guerrero al amable Guardia Civil. Lleva el impreso B-31 y el
certificado de desinfección de la DKV con la sulfamida EPT-23-X.
“Hummmm, veo que
le falta un sello al carnet de manipulador y el certificado del servicio
militar suyo. Tengo que multarlo”
Pedro tiene un
balance de -600 euros
Miércoles. Pedro
Salazar Ibiricu aparca su DKV y monta su puesto de venta de achicorias en la
plaza mayor de Tafalla. Ordena su mercancía y se dispone a comenzar su jornada.
Se le aproxima
un Policía Foral
“Buenos días
caballero. Necesito su documentación de venta ambulante”
Pedro entrega su
carpeta de Guerrero al amable Policía Foral. Lleva el impreso B-31, el
certificado de desinfección de la DKV con la sulfamida EPT-23-X, el carnet de
manipulador debidamente sellado y el certificado del servicio militar (fue cabo
primero).
“Hummmm, veo que
le falta el certificado de idoneidad de la báscula y el impreso de adecuación
agrícola. Tengo que multarlo”
Pedro va por
-900 euros y un ligero ardor estomacal.
Jueves. Pedro
Salazar Ibiricu aparca su DKV y monta su puesto de venta de achicorias en la
plaza mayor de Éibar. Ordena su mercancía y se dispone a comenzar su jornada.
Se le aproxima
un Ertzaintza
“Buenos días
caballero. Necesito su documentación de venta ambulante”
Pedro entrega su
carpeta de Guerrero al amable Ertzaintza.
Lleva el impreso B-31, el certificado de desinfección de la DKV con la
sulfamida EPT-23-X, el carnet de manipulador debidamente sellado, el
certificado del servicio militar, el certificado de idoneidad de la báscula y
el impreso de adecuación agrícola.
“Hummmm, veo que
le falta el certificado de recepción de guantes usados por gestor autorizado y
el certificado de idoneidad del papel de envolver la mercancía. Tengo que
multarlo”
Pedro lleva un
balance semanal de -1.200 euros y un considerable ardor estomacal
Viernes. Pedro
Salazar Ibiricu aparca su DKV y monta su puesto de venta de achicorias en la
plaza mayor de Amurrio. Ordena su mercancía y se dispone a comenzar su jornada.
Se le aproxima
un Miñón.
“Buenos días
caballero. Necesito su documentación de venta ambulante”
Pedro entrega su
carpeta de Guerrero (que ya abulta considerablemente) al amable Miñón. Lleva el impreso B-31, el
certificado de desinfección de la DKV con la sulfamida EPT-23-X, el carnet de
manipulador debidamente sellado, el certificado del servicio militar, el
certificado de idoneidad de la báscula, el impreso de adecuación agrícola, el
certificado de recepción de guantes usados por gestor autorizado y el
certificado de idoneidad del papel de envolver la mercancía
“Hummm, veo que
le falta a usted el certificado de vacunación contra la viruela y el
recordatorio de la primera comunión. Tengo que multarlo”
Pedro ya va por -1.500
euros y un considerable cabreo.
Sábado. Pedro
Salazar Ibiricu aparca su DKV y monta su puesto de venta de achicorias en la
plaza mayor de Nájera. Ordena su mercancía y se dispone a comenzar su jornada.
Se le aproxima
un Policía Municipal
“Buenos días
caballero”
“Váyase a tomar
por el culo y quédese con el hijoputa puesto de venta de las putas achicorias.
Mecag……ios estoy hasta los güevos de este puto país y su puta administración
autonómica. No hay quien viva aquí. No hacen más que jodernos. Las putas
autonomías no son más que un nido de ladrones vividores apesebraos…….”
“Oiga, oiga, que
yo solo quería una achicoria. Pero voy a multarlo por desacato a la autoridad y
como se me ponga chulo lo detengo. Habrase visto”
Esa noche, Pedro
llora amargamente y solicita asilo político en la embajada de Uzbekistán.
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