Vistas de página en total

Música

Cada entrada tiene la suya. Si la quieres escuchar, aprieta el play (el triangulico) de dentro de la barra negra que encabeza la sosedad diaria

lunes, 27 de marzo de 2017

El corazón del demonio

Música de hoy, vamos a animar el lunes con Black Sabbath "Lady Evil"





Hace poco se cumplieron 51 años de un hecho que no conmocionó al mundo por una cosa: por el secretismo con el que se llevó el tema. Un avión B-52 cargado con cuatro bombas termonucleares sufrió un accidente en el momento de repostaje y se estrelló en territorio español, cerca de la pedanía de Palomares.

De las cuatro bombas, una cayó al mar y provocó una búsqueda frenética. De las otras tres, dos se rompieron con el golpe provocando una contaminación por plutonio de la zona. Como en aquel momento vivíamos en esa época tan democrática y de prensa libre que era el régimen franquista, pues se las noticias se dieron como se dieron. No os descubro nada nuevo sobre ese incidente del que aun colean las consecuencias. La zona sigue esperando una operación de descontaminación que se tasa en unos 145 millones de euros. Se alcanzó hace dos años un acuerdo con el gobierno estadounidense pero ahora con el cambio de silleta, como que no están por la tarea.

Me juego una vuelta con el land rover a que dentro de cuatro años el plutonio sigue en tierras andaluzas. 

Cuando nos hablan del plutonio nos ponemos a temblar. No es para menos, es el nombre del dios romano del inframundo. Un tipo poco amistoso pero eso sí, más cariñoso que su homólogo Hades, el dios de los infiernos griego. Ese sí que estaba todo el día avinagrado. Imaginad como es el tema del dios Plutón que raptó a Proserpina y la mamá de esta, del disgusto que se llevó, creó el invierno. Se ve que le supo malo que le quitaran a la chiquilla

Hay que temer a Plutón y hay que temer el plutonio. Este elemento tiene aún mas mala leche que el propio dios de los infiernos. Y está igual de cabreado

Casi todo el plutonio que hay en la tierra lo ha hecho el ser humano. No vamos a entrar en profundidades, pero la mala leche que tiene este elemento viene de que "es muy radiactivo" y esto supone que "decae" en otro elemento más estable a toda velocidad. Este "decaimiento" supone que "radia mucha energía en poco tiempo" y de ahí su peligrosidad. Y evidentemente todo el mucho asociamos el plutonio a esos inventos tan prácticos que hemos desarrollado los sapiens que tienen el nombre de bombas atómicas. Nada tan efectivo para desinfectar un lugar como una bomba termonuclear

Pero no solo el peligro de este elemento viene cuando se cabrea y toma forma de hongo atómico. Para hacerlo hay que juntar unos 10 kgs instantáneamente  o "apretujar" 6 kgs. Esta segunda forma es la base de las bombas esas. Como os digo no hace falta esa cantidad para que este material sea peligroso. El plutonio es posiblemente el elemento más tóxico conocido por el ser humano. La radiación que emite no "pasa" la piel pero si es ingerido...... pues unos pocos microgramos pueden causar un cáncer de pulmón galopante. También descompone el sistema inmunológico. Vamos, una joyita. Eso sí, si el plutonio alcanza el nivel crítico por apantallamiento, pues sal corriendo amigüito

Como os digo, casi todo el material que se encuentra en la tierra es de origen humano. Lo hacemos en los reactores nucleares. Hay, eso sí, pequeñas trazas en el mineral uranio, pero muy poco

Tras este tostón y si habéis llegado aquí (que ya tiene mérito, ehhh...) os voy a contar un accidente que ocurrió con el plutonio. Algo que hasta a los científicos más incrédulos les hizo sospechar de que el mismo diablo estaba jugando ya no con fuego si no con plutonio. 

Ahora vamos a admitir que el plutonio es "abundante", pero en 1.945 solo existían unos pocos kilogramos y era el material más caro del mundo en aquella época. Se disponía de tres núcleos de 6,2 kgs. Uno fue el que se utilizó en la prueba de Trinity, en Alamo Gordo y se hizo para verificar que la bomba de plutonio funcionaba. De la de uranio no se hizo prueba alguna, estaban seguros que esa iba a funcionar correctamente.

Otro núcleo era el destinado a la bomba de Nagasaki. Y el tercero estaba en Los Álamos por si era necesario para ensamblar otra bomba. Este tercero fue el que se bautizó como "el corazón del demonio"

El primer accidente le ocurrió a Harry Daghlian, un físico que trabajaba en el laboratorio. En una prueba un ladrillo de tungsteno que se utilizaba como reflector de neutrones se le escurrió de las manos a Harry con tan mala suerte que cayó sobre el nucleo. Fueron unos segundos, los suficientes como para que la masa de plutonio se volviera supercrítica. Unos pocos segundos..... los suficientes para emitir una dosis brutal de radiación. Falleció 25 días después

Unos meses mas tarde Louis Slotin repetía otro experimento con dos semiesferas de berilio, también con la intención de hacer un reflexor neutrónico. Louis mantenía las esferas separadas con un destornillador..... que se le escapó de las manos provocando que las esferas se unieran y de nuevo se produjo la supercriticidas. Louis separó con sus manos las esferas y con este acto salvó la vida de los científicos que allá estaban...... y muriendo el nueve días más tarde  por la exposición a la radiación

Tras este segundo incidente los científicos del laboratorio de Los Álamos pasaron a llamar al tercer núcleo "el corazón del demonio"; y como tal acabó. Formó parte de otra bomba que se detonó como prueba y que se llamó Able. 

Los experimentos de reflexión de neutrones de Harry y de Louis fueron fundamentales para seguir avanzando en el conocimiento de esta tecnología

No fue este "corazón del demonio" el único incidente. Unas partes de las bombas atómicas que detonaron en Japón se transportaron en el destructor USS Indianápolis. La operación era tan secreta que se ordenó al buque silencio de radio. A la vuelta de la misión, tras entregar las piezas, fue torpedeado por un submarino japonés y hundido. Debido a que el buque tenía la orden de silencio, no pidió ayuda ni se le echó en falta en los primeros días.

Los marinos supervivientes quedaron a la deriva, agarrados a lo que pudieron. Fueron cinco días flotando a la deriva, sin agua ni alimentos, soportando un sol infernal de día y noches heladoras y acosados por...... los tiburones.

De los ochocientos supervivientes al naufragio, quinientos murieron devorados por los escualos hasta que fueron rescatados.

El viejo dios romano Plutón haciendo de las suyas 

Sobre la búsqueda de la bomba de Palomares hay una película "Hombres de honor". Y sobre el hecho del USS Indianápolis el esperpento de Nicolas Cage ha rodado otra que juro que no la veré. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario