El sábado pasado salí a dar una vuelta por el monte y, tonto y zángano de mí, me puse en camino a las 9:30 de la mañana. Menos mal que se me ocurrió llevar agua.
Tiré hacia el monte, hacia la zona de los cogotes con la intención de irme a la sierra; pero para cuando llegué arriba sudaba ya como un perro. No sé por qué me entró un poco de sentido común y decidí variar el itinerario buscando la fresca. Así que bajé a vallacuera, subir el cortafuego (nueva sudada) y buscar la senda que baja de la dehesa de Chueca al río; así, pensé yo, que si me entraba mucho sofoco siempre podría buscar alivio en el Arga
Pues que me llevé una agradable sorpresa. Bajando al camino Peralta-Falces del margen derecho me encontré como está la senda. Y es esto
Casi no se nota ya el desbroce que la brigada llevó a cabo hace poco más de un mes. Parece mentira la fuerza que tiene la naturaleza en estos meses. El camino está despejado, ancho, paseable y bastante naturalizado. Así que me trago mis palabras e ideas y ante la evidencia de lo evidente, reconozco que el sistema utilizado es bueno, bonito y barato.
Eso sí, queda patente y evidente que hasta que no se prueba, no se sabe el resultado. Nada como la experimentación. Así que por mi parte, doy por buena la iniciativa que tomó la brigada de obras municipal en cuanto al sistema a emplear
Y creo que se puede repetir todos los años allá por el mes de mayo o así. Cuesta un día, poco más o menos, y el camino ya queda despejado para todo el verano.
Por lo demás me tocó ver bastantes conejos subiendo por el camino del cortafuego. Y un par de rapaces cazando en Vallacuera, y eso que ya la hora estaba avanzada.
Acabé sudando como un animal y comido por el sol. La verdad es que en verano las 9:30 ya es tarde para salir de paseo. Y como no, tuve que acabar en el río dándome un chapuzón, es que no se aguantaba el calor
Vaaaaleeee, reconozco que estaba equivocado en mi planteamiento y que este sistema de desbroce es adecuado para mantener el camino
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