Ahhh, la Navidad la Navidad. ¿Hay algo más navideño que una cesta de navidad? Forma parte de la idiosincrasia del paisaje y del paisanaje español y es un termómetro perfecto de como va la economía en el país de las tierras del Ebro.
Si la cosa va bien, las cestas son lucidas. Si no va bien, hala, una barra de turrón del duro y unos guirlaches. Y en el caso de que no vayan, pues nada de nada. Como os digo, la mejor encuesta sociológica para medir la marcha de la economía la da la facturación de las empresas que se dedican a la venta de estos productos de regalo. Recuerdo cuando la construcción era la leche en España, oye, que cestas se veían por todo. Ahora, vamos, de una escasez carpantiana. Pero lo importante es estar bien
¿Os habéis planteado el origen de la costumbre esta de la cesta de navidad?¿Es antigua?¿Es moderna? Pues hoy aquí vamos a buscar los orígenes
Ya os he contado que las cuatro patas de nuestra forma de vida son el derecho romano, la democracia griega, el cristianismo y la ilustración. Pues en una de estas patas, está el origen de la cestica.
No. Habéis fallado. No es el cristianismo. Tiene que ver con el comercio. Y de las patas que os he nombrado la mas comercial es la pata romana. De ahí viene esta costumbre. Entre otras
Una de las cosas que todo buen romano debía hacer a diario era la "salutatio" que no era ni más ni menos que ir a casa de su patrón a saludarlo como su nombre indica. Más o menos, hacer la pelota en términos actuales. Como respuesta a la "salutatio" estaba la "sportula", en la que el patrón entregaba al pelotilla un pequeño regalo (podía ser alimento o cualquier otra cosa) en una "sportula", que es en nuestro idioma una cesta. Era un óbolo que se hacía al subordinado.
Esta costumbre ha perdurado hasta nuestros días hasta en la forma de entregarlo, en una cesta. Lo que pasa que a fecha de hoy se considera ya más un salario y como tal Montoro le ha metido mano aplicando la correspondiente retención del IRPF. Así que ya sabéis, si os dan una cesta en el trabajo, es herencia romana.
Ya veis, no hay nada nuevo bajo el sol. Casi todo lo inventaron los romanos. De hecho en nuestro oficio, la construcción, seguimos haciendo básicamente lo que hacían los romanos pero con grúas más grandes.
Os dejo un enlace
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