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lunes, 18 de febrero de 2019

Capítulo ducentésimo sexagésimo segundo: "Visio y corrusión"

No sé que carajo pasa con el código HTML de youtube que no me deja insertarlo. Algo habrán cambiado y mientras lo miro pues no hay música


Foto de Gema. Edu con su hijo adoptivo

Estoy aburrido de contaros que Madagascar es el país que se puede visitar mas pobre del mundo. De hecho tienes lugares con menos renta per cápita, pero están en una perpétua guerra civil, con lo que el dirigir tus botas a esos destinos es de todo menos recomendable. En Madagascar no pasa eso, puedes ir por casi todos los lugares, con tiento evidentemente, pero el país es relativamente tranquilo.

Pero como en todos los lugares pobres aparece algo muy humano, que es la corrupción. La corrupción es algo tan sencillo como aprovecharte de tu posición de poder o mando para obtener ventajas y prebendas. Algo tan sencillo como eso

Hace años me tocó trabajar con un catalán que llevaba mas mundo recorrido que Facundo. Me contaba el hombre que su experiencia en México fue traumática. Ya sabéis que en ese país a la corrupción se le llama "mordida". Pues este buen hombre me contaba

"Mejico es el país de la corrupción. Allá todo el mundo muerde y es mordido; menos el extranjero que va a trabajar allá de currela. Allá el extranjero es el gilipollas que es mordido por todo el mundo y por todos los lados"

Este buen hombre tenía una gracia que para qué para contar sus aventuras. Algunas de ellas ponían los pelos de punta, como las veces que contaba que lo habían encañonado para sacarle la pasta. Para morderlo, vamos

"En realidad no eran atracos. Eran mordidas. A todas horas me estaban mordiendo, desde el primer taxi que tomé el primer día hasta el día que abandoné el país. Un gilipollas, así me sentí"

En Madagascar también la corrupción campa por doquier

Hay momentos en el viaje de extremada emoción. Y sobre todo cuando esa emoción la crea alguno de los compañeros de viaje por su dejadez, su memez y su imbecilidad. Es que hay gente con la que no se puede salir de casa. Personas de esos que te tocan de compañía y dan ganas de sacrificarlo en la pira. Elementos que con su desidia y pasotismo ponen en riesgo el bienestar y la seguridad de todo el grupo.

Vamos, compañeros de viaje que dan ganas de matarlos y la duda es simplemente como hacerlo

Uno de esos tipos soy yo. Servidor. Que se le va a hacer, me han dibujado así

La primera vez que nuestra guía Yolanda nos habló de la corrupción del país fue por obra y gracia de servidor; el día que fuimos a coger las barcas en el Manambolo. Resulta que había que hacer un trámite en la comisaría de Ankavandra (un puto andurrial) y para eso hacía falta el pasaporte. Pasaporte que yo había dejado convenientemente en....... mi bolsa de viaje grande en el hotel en Antananarivo. 

"Pero como se te ocurre dejar el pasaporte en Tanaaaaaaa????"

Me decía con ojos perplejos Yoli.

"Es que.... es que....... yo pensaba...... para bajar por el río....... no hacen falta papeles"
"Pero Jesús. En este país el pasaporte siempre encima. Siempre encimaaaaaa"

Bueno, el caso es que yo ya me veía que no me iba a poder montar en las piraguas por este "trámite burocrático". Lo cierto es que Yolanda anduvo lista y dijo en que vez de siete blancos íbamos en la expedición seis

"Como nos pillen prepara la cartera que esto te va a costar una pasta para sobornar a los polis. Es que es para matarte. Y no descarto todavía que no te mate. Hace falta poca cabeza"

Bueno, el caso es que los polis no aparecieron en el momento de embarcar, pude hacer el descenso y no hizo falta sobornar a nadie. Ese fue el primer contacto con "la mordida malgache"

"En este país con los policías es necesario el soborno para todo. Te has librado de milagro"

Eso sí. Puedo afirmar con orgullo que mi menda ha sido el primer blanco ilegal en esa isla. En la isla mas pobre del mundo, de donde todos los oriundos quieren escapar, yo, Jesús Osés Balduz, fui el primer blanco emigrante ilegal. Un espalda mojada. Y encima en patera, que para eso íbamos en la canoa. El caso es como todo lo que se soluciona, mi "anécdota" sirvió para ser el blanco de todas las chanzas del grupo. Y también sirvió para conocer otra faceta de este divertido país, la faceta de la corruptela

Por ejemplo, el tema de las ITV de vehículos. La ITV es obligatoria, pero visto el estado del parque automovilístico es digamos que dudable que un vehículo la supere. No hay problema. Tu llegas con tu cacharro renqueante a la ITV de turno, pagas al funcionario de turno la tarifa por pasar sin problemas y pasas. Da igual que no frene o no tenga luces. Tras pagar, pasas.

El día que salíamos de Sambanva camino de Marojejy nos tropezamos unos cuantos controles de seguridad. Si en España tenemos Policía Nacional, Guardia Civil, Cuerpos de Seguridad Autonómicos y Policía Local, allá tienen todo eso pero multiplicado por ocho. Es increíble el montón de gente uniformada que ves y de diferentes trajes. Y todos a lo mismo, a parar al conductor y a pedirle algo por dejarlo pasar.

Hasta el ejército

Pues bueno, estábamos nosotros en un control de esos cuando uno de mis compañeros de viaje empieza a reír. Le preguntamos que había visto y nos cuenta

"El coche de al lado. El poli le ha pedido pasta al conductor y el chófer se ha encogido de hombros como diciendo que no tenía un clavel. Y el poli ha estirado la mano y ha cogido un plátano que llevaba el otro y le ha indicado que podía seguir. El soborno ha sido un triste plátano"

Pues esto da idea del nivel del país. Si puedes sobornar a todo un policía con un plátano os podéis imaginar el nivel económico que hay. El caso es que el chófer se quedó sin merienda, el pobre

El último día me tocó volver a ver la corrupción. Cuando fuimos a tomar el avión de vuelta en el aeropuerto.

Allá estábamos haciendo el papeleo para salir cuando un poli se me acerca. Un tipo bastante grande, bastante mas alto que yo. Y me hace el signo internacional de frotar pulgar e índice al tiempo que me dice

"Money, money"

Y servidor, que soy un destalentado, hace lo que no hay que hacer. Lo miro fíjamente a los ojos y con cara de mala ostia le espeto

"Ni un puto duro te voy a dar"

Poner esa cara a un funcionario de aeropuerto en un país tercermundista es el abc del viajero de lo que NO HAY QUE HACER. Instantes después de dar esa respuesta (que evidentemente el poli no la entendió, pero el gesto estaba bastante claro) me di cuenta que iba a perder el avión. Ya me veía retenido en un cuartucho, por ponerme chulo. Pero de nuevo volví a ver lo peculiar de la idiosincrasia malgache.

El poli bajó los ojos, hizo un gesto de disculpa y..... dio media vuelta y se largó. Me quedé ojiplático. Hago eso en centroamérica y ya te digo que esa mañana yo no vuelo. Con dos cojones me dejan en tierra

Bueno, el caso es que salí airoso tanto de mi etapa de ilegal en Madagascar como del incidente diplomático en el aeropuerto

Pero un par de ostias sí que me merecí en ambos casos. Por melón y por chuleta.

Y lo del soborno platanífero...... es que por poco nos da algo de risa. Que país





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