En Siria hay dos ciudades que
pugnan entre ellas por ser los lugares
habitados sin interrupción más antiguos del mundo. Damasco y Aleppo.
Ambas son los escenarios de sangrientos
combates desde hace dos años y medio. Ya he puesto post anteriores acerca del
porqué de muchas revueltas en Oriente Próximo y África, fundamentalmente la
miseria que asola a sus clases más bajas. Llevan noventa mil muertos.
Realmente lo que estamos viviendo ahora
es una nueva guerra fría. En los años cincuenta ocurrió en Europa y la
protagonizaron la URSS y EEUU. Ahora es Rusia, EEUU y China y el escenario es
Oriente Próximo.
En estos momentos gran parte de Europa
es un rehén energético de Rusia. El gasoducto ruso que a través de Ucrania
nutre a Polonia, Alemania y todos los países de la cuenca del Ruhr es una
espada de Damocles. Con la energía nuclear en franco retroceso desde lo de
Fuckushima, las renovables en mantillas y con cada vez menos dinero para I+D
ese gasoducto se ha vuelto vital para el sostenimiento de Europa. Y tiene un
dueño, Putin.
Tanto Alemania como Polonia son
conscientes de su vulnerabilidad y están tomando medidas a corto plazo. Están
transformando centrales de ciclo combinado de gas en otras de carbón e inaugurando
nuevas de este mismo combustible. Máquinas de 4.000 Mw, el equivalente a tres
nucleares modernas. Tanto Alemania como Polonia tienen abundantes minas de
carbón a cielo abierto y esto le procura cierta tranquilidad e independencia
Pero aun así es una solución
cortoplacista y se está buscando una nueva vía. ¿Qué cual es?, sencillo amigos,
un nuevo gasoducto directo desde Arabia hasta Europa a través de Jordania
yyyyyy….. Siria. He aquí el interés en este árido, pedregoso y polvoriento
lugar.
Siria fue en los años setenta la salida
de la URSS al Mediterráneo y por ello el régimen del papá de Bachar Al Assad
era mimado por el Soviet. Hoy se ha convertido en la clave para el futuro
energético de Europa. A ningún gobierno le importan mucho los muertos en Siria,
realmente el interés es exclusivamente geoestratégico. Si Rusia evita la
construcción de ese gasoducto tendrá a Europa bajo sus pies. Si el régimen cae
y se instala un gobierno títere de EEUU y consiguientemente de Europa, Obama se
habrá apuntado un gran tanto en esta nueva guerra fría.
¿Os acordáis de la movida con el rescate
de Chipre hace unos meses? Je je je. Lo que ocurrió fue que Rusia literalmente
estaba comprando Chipre. Con esto conseguía otro tapón y obstaculizar la salida
al mar del gasoducto de marras proyectado y de paso tener un portaviones
perenne en el Mediterráneo. De ahí que la Unión Europea perdiera el culo en el
rescate a Chipre y se lo cargara a los depósitos de los inversores extranjeros
en Chipre. Que casualmente eran la mayoría rusos. Esa maniobra supuso un uno a
cero en el partido entre la UE y Rusia, pero estos últimos se llevaron un
considerable cabreo.
Veremos a ver qué pasa. Mientras Obama
afila las uñas bajo el diploma al Premio Nobel de la Paz, Putin veta cualquier resolución
de la inoperante ONU, China aplaude y corea este veto, la floja Europa silba y
mira hacia otro lado esperando que le hagan el trabajo, el Papa tibiamente pide
dialogo a dos bandos que se están asesinando desde hace tres años y son los civiles
sirios los que mueren de cien en cien a diario.
Y todo por un tubo.
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