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Música

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martes, 11 de noviembre de 2014

La carga de caballería que cambió la historia

Música de hoy, un tema "épico", que pega con el rollo diario. De "Two steps to hell", "Skyworld"



La verdad es que ya me cansa esto de "hay que acabar con el bipartidismo". Estoy aburrido de decir que el bipartidismo es algo innato en nuestra forma de ser de homínidos espabilados. No es que siempre haya dos bandos y te tengas que apuntar a uno de ellos, no es eso. Lo que ocurre es que las personas tendemos a formar bandos y dentro de estos, alianzas. Y poco a poco en lo que acaba la cosa es siempre en lo mismo, en dos grupos. O dos bandos. O dos partidos.

Algo tan manido como el fútbol. Tu puedes ser del equipo que quieras. Del Athletic, de Las Palmas o del Zaragoza. O del Osasuna. Pero íntimamente serás o del Madrid o del Barcelona. Siempre es así. O me puedes decir que no te gusta el fútbol, con lo que te contestaré que también estás metido en esto del bipartidismo. En este caso es o a favor o en contra del fútbol. Siempre habrá dos partidos pugnando por el poder. 

Y que dure. Lo otro es que no haya mas que uno. En este caso si te toca en el lado del que manda, que bien ¿Verdad? Es lo bueno, lo que el pueblo y la gente merece, me dirás. Lo malo es si te quedas fuera, entonces lo llamarás dictadura

Siempre ha habido dos

Retrocedamos dos mil trescientos años en la historia y contemplemos nuestro querido mar Mediterráneo, este que se ha hecho famoso en la actualidad por la dieta esa. 

Dos potencias se juegan la soberanía del mundo, Roma y Cartago. Al frente de los ejércitos de esta última el que ha sido el mejor general de todos los tiempos, Aníbal. Digo esto por que este hombre tuvo dos frentes, uno, el de la batalla directa contra Roma. Otro el que tenía en casa, con los hijoputas de tenderos que era la clase política de Cartago, que no hacían mas que meterle palos en las ruedas

Aníbal, con una brillante estrategia, había infligido tres severas derrotas a Roma. Y los senadores romanos estaban que no cabían en las togas del canguelo al ver al africano rondando las murallas de la ciudad eterna. Así que levantaron en armas el mayor ejército que nunca Roma había dispuesto ocho legiones más las tropas de caballería y auxiliares. En total, ochenta mil hombre frente a poco más de cuarenta mil de los que disponía Anibal.

Y de nuevo el perro de Aníbal demostró su valía. Plantó cara a los romanos consintiendo que el frente de estos penetrara entre sus líneas, para luego envolverlos y con una carga de la caballería de Marhabal acabar con ellos. 

Aquella mañana setenta mil romanos murieron bajo las lanzas y las espadas cartaginesas. Entre ellos, cincuenta senadores. Las bajas cartaginesas fueron poco más de cinco mil. Una auténtica matanza

Pensad en las batallas de hoy en día. Disponiendo de carros de combate, aviones, misiles..... balas (lo más barato y efectivo) difícil es tamaña masacre. Pues aquella mañana en aquellos campos italianos, setenta mil ciudadanos romanos perecieron dejando a Roma indefensa frente a Anibal

Pero nunca se produjo la toma de Roma. Anibal, buen estratega, sabía que no disponía de medios para sitiar Roma. Y sabía que desde su patria, los cerdos de los políticos que estaban a cargo no le iban a ayudar. No. Por dos motivos. Primero, por que Roma era cliente de ellos, cliente de sus personas, no de Cartago. Y segundo por que temían de la fama que Aníbal alcanzaba entre el pueblo. Así que Roma, no cayó

Pasaron los años y un romano de la familia de los Escipiones llevó la guerra a África, a las puertas de Cartago. Y de nuevo las tropas se enfrentaron en la llanura de Zama. El padre de este Escipión había muerto en Cannas, así que tocaba la revancha

La batalla estaba muy igualada y casi se decantaba por el lado cartaginés. Pero una maniobra similar a la de Cannas, esta vez por parte del bando romano, decidió la contienda. De nuevo una carga de caballería, esta vez por parte de las tropas mercenarias de Massinissa, decidió que la diosa victoria dijera que el vencedor era Roma. Y el perdedor, el gran general Aníbal

Tras esto, comenzó el ocaso de Cartago. Decenas de años después otro Escipión volvió a Cartago, sitió, tomó y asoló la iudad. Lo poco que queda  ahora son unas ruinas en la ciudad de Túnez

Y ahora el mundo de las ucronías ¿Que hubiera ocurrido si....... esa carga de caballería hubiera fallado? Pues que Roma no habría sido. El mundo romano hubiera sido cartaginés. Y en vez de la influencia "clásica" que es la que determina nuestra forma de ser, el mundo hubiera sido "fenicio".

Siempre hay dos bandos, y siempre los habrá. Y que dure. Lo otro, es dictadura 

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