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martes, 17 de septiembre de 2013

Sobre la cadena humana en Cataluña



No entro en las consideraciones que llevan a un grupo de personas a plantearse la independencia de España. Cada uno es muy libre de llevado por sus emociones, sentimientos o razones adoptar la postura que estime más conveniente. Como digo, allá cada cual

Ahora bien, cuando oigo al señor Artur Mas hablar del derecho a decidir de los pueblos me entran una serie de dudas. A ver si alguien me las puede despejar.

La principal es una ¿Dónde empieza y dónde acaba un pueblo? Esto es, cuando hablamos del derecho a decidir del pueblo catalán o vasco o gallego… o el que queráis me hago esa pregunta. 

Me centro con lo que ahora está de más actualidad, pero esta reflexión me vale para cualquier otro territorio. El hecho de que Cataluña decida independizarse merma los derechos de una persona a la cual yo estimo mucho. Yo.

A fecha de hoy yo me puedo establecer en cualquier punto de España. Puedo trabajar, tener clientes, proveedores, vivir, comprar vivienda o abrir un negocio en cualquier sitio. Lo tengo más complicado hacerlo en Italia o Francia, por mucho que se hable de la libre circulación. Y bastante más difícil hacerlo en Marruecos, Rusia o EEUU. 

Si Cataluña se independiza yo pierdo parte de esos derechos que ahora tengo. Así pues, si se decide hacer una consulta sobre el sí o no de la independencia yo también tengo algo que decir. Lo mismo que cualquier otro ciudadano de Gerona, Vic, Cuenca o Salamanca. Ese referéndum, si se plantea, desde mi punto de vista se debe hacer extensivo a todo España, por el simple hecho de que todos tenemos los mismos derechos.  No niego el derecho a decidir, pero sí que reclamo mi derecho a mantener lo que actualmente tengo. Ah, y tampoco creo que España tenga que ser algo inmutable, eterno e indivisible. 

Y por otro lado entiendo perfectamente el mosqueo que puede tener un catalán por el hecho diferencial navarro y vasco. Y ahí sí que creo que es válida la demanda del señor Artur Mas. El sistema tributario navarro debería hacerse extensivo a toda España, no ser algo anecdótico nuestro. Creo que es más justo y equitativo.

Y no estoy para nada de acuerdo con la señora Rosa Díaz en el tema de quitar el sistema tributario vasco y navarro igualándolo al del resto de España. Creo que nos evitaríamos muchos líos si fuese este sistema que tenemos los navarros el que se hiciera extensivo al resto del país.

Pero bueno, doña Rosa Díaz, como buena seguidora de las fuentes leninistas, tiende a igualar a todo el mundo por abajo en vez de intentar hacerlo por arriba.

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