Fijaos en la cara de mala leche del ancianito de ahí arriba. Parece cualquier cosa menos una afable abuelito ¿No? Pues que sepáis que es uno de los tipos más geniales que andan por encima de la corteza terrestre en esta época
Su nombre es James Randi y su profesión es, bueno mas bien fue, mago. Mago de los de magia potagia, de los compañeros del tremendo Tamariz, y un tipo tan salao como es Tamariz.
James dedicó casi cincuenta años de su vida a esto de la magia para entretener, haciendo una considerable pasta con este trabajo. Aburrido y buscando nuevos límites ya en su madurez otoñal se enfrentó a otro reto, o más bien lo lanzó. Ofreció una recompensa de un millón de dólares a quien hiciera algo "paranormal", "metafísico", "de ultrarumba", "espectral" o "ultrasensorial" y el no descubriera el truco.
No fueron poco los juntapalabras y cuancuentos a los que James descubrió y desenmascaró. Con esto lo que consiguió es volverse blanco de todas la iras de mediums y de revistas tipo "investigación sobre lo imposible" y "casos paranormales" del mundo. Lógico, si alguien viene a hacer caca en el plato del que comes, pues que te sabe malo.
Aún así James nunca ha perdido ni el humor ni la socarronería y siempre ha demostrado que el truco es el mismo desde 1.600 hasta ahora, y es ni más ni menos que hacerte ver lo que quieres ver.
La recompensa de James nunca se hizo efectiva. Nunca nadie hizo algo de "telequinesia", "visión a distancia", "leer la mente", o "teletrasportación psíquica" que James no descubriera en los treinta o treinta y cinco segundos. Siempre daba con el truco
¿Siempre?
Pues no. Un día James fue derrotado.... por alguien muy inteligente
Aquí entra en juego Matthew Blaze, uno de los tipos más geniales en la rama matemática de criptografía y con un humor parecido al de James pero aún más corrosivo si cabe. Otro puto genio, vamos. Y una de las mentes más geniales y desconocidas que puedes llegar a conocer a fecha de hoy.
James hizo su última oferta del millón de dólares. Ofreció esta cantidad a quien dijera que es lo que había dentro de una caja fuerte que sería abierta bajo notario al mes siguiente. Para que no hubiera dudas dio la siguiente clave
0679
4388
66/27
5 - 14
Y eso es todo. James se sentó a fumarse un puro seguro de que ningún "telequinético" o "telépata" iba a "ver que había dentro de la caja"
Hasta que llegó una carta de Matthew en la que le decía que dentro de la caja había un "CD o DVD" y que lo "había descubierto gracias a sus poderes"
A James se le cayeron lo huevos al suelo. Era cierto
Lo que pasa es que los "poderes" del bueno de Matthew eran sus conocimientos de criptografía y su...... inteligencia. Ni más ni menos
Eran muchos años los que Matthew llevaba en este tema de desencriptar cosas. Y Matthew dedujo que 0679 4388 66 es un número de registro ISBN, la matrícula de los libros. Y este número correspondía a un diccionario. Los siguientes números son 275 (en dos líneas) que corresponde a la página del diccionario de marras. Y 14 es la línea del diccionario. Dicha línea es la definición de "compact disc". Así que sin necesidad de recurrir a nada más que su sabiduría, Matthew desentrañó el secreto de James
Lo que pasa es que Matthew se negó a recibir el premio, dado que no había utilizado nada "extrasensorial", sólo su inteligencia. Eso sí, publicó una entrada en su blog en la que decía que "James me debe un millón de dólares", una divertida entrada en la que se partía el culo de risa. Lo cierto que que tanto James como Matthew demostraron algo. Que no hay nada fuera de lo sentidos y que no hay nada más poderoso que la inteligencia
Vaya pareja, como para jugar una partida de mus con ellos.
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