¿Hay algo más relajante que el sonido de un grillo? ¿O más molesto? Para ambas cosas hay opiniones. Pero nada tan veraniego como el canto de una cigarra o grillo en plena canícula.
Siempre os digo que la ciencia es observación, pero es que hay cosas que se observan y observadores en concreto que te hacen rascarte la cabeza con las observaciones que hacen y con los observadores. En concreto el señor Amos Dolbear, todo un personaje
Los grillos no cantan ni nada parecido, realmente lo que hacen es estridular. No me pidáis que conjugue el verbo de marras que no se si es regular o irregular. Y cuando hablamos de grillos en plural no me refiero a la especie de los grillos de la familia ortópteros en general sino al género, al grillo. Vamos al macho, al grillo chico. La grilla chica no estridula ni hace nada que se le parezca. Como todo lo que hacemos los hombres, lo que hacen los grillos también tiene un fin claro y no es ni más ni menos que ligar. Para eso es la esrtidulación, para epatar de amor a la bella grilla y elevar el amor grillil al olimpo.
Pues el señor Dolbear se dedicó a contar el número de cri-cri por minuto y la temperatura ambiente del lugar. Empezó a hacer tablas, gráficos y diagramas. Y cuando tuvo los datos dibujadas procedió al ajuste geométricode lo mismo, viendo que era una recta la idea geométrica que representaba la relación entre la temperatura y el número de cri-cris por minuto.
Vamos, que vosotros contáis el número de cris por minuto y le restáis el número de 40. A lo que sale, lo dividís por siete y a ese cociente le sumáis diez. Y ya está, esa es la temperatura ambiente del momento. Número de cris menos cuarenta, dividido por siete y más diez
Este verano os podéis hacer los chulicos delante de la familia y amigos asegurando la temperatura del momento simplemente si tenéis un grillo cerca. Pero que no se os ocurra utilizarlo como termómetro corporal metiéndolo en el sobaco o en otro agujero innombrable para averiguar si tenéis o no fiebre, que el grillo dejará de estridular
La verdad es que los hay desqueacerados, dedicar toda una vida al estudio de las costumbres de los grillos. Mira que habéis aprendido hoy cosas, sabéis el verbo que define el lenguaje del amor de los grillos machos y habéis aprendido a calcular la temperatura. Ambas cosas son fundamentales en esta vida para desenvolverse con donosura y desparpajo
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