El follón en Israel, Palestina o como prefiráis llamarlo

Música, sinfonía 40 de Mozart



El lío está montado. Pero esto, como todo, no viene de hoy, viene de muy atrás en el tiempo. Esta tierra que actualmente se está desangrando, junto con Siria e Irak, es el origen geográfico de la civilización tal y como la conocemos. Los primeros agricultores, los primeros hombres que domesticaron animales, los primeros seres humanos que se asentaron en núcleos estables y crearon aldeas y ciudades, estaban aquí. Toda esta zona, que abarca desde Palestina, Sinaí, Siria e Irak se denomina el "Creciente Fértil", por su forma de media luna. Aquí surgió la primera civilización que se puede denominar como tal. Y aquí empezó la historia amigos. Sí, sí, empezó la historia. Porque la historia es el periodo de tiempo desde que hay documentos escritos. Pues fue aquí, en Siria donde empezó la historia, aquí empezó la escritura con caracteres, no con pictográmas. De esto hace siete mil años.

Cuando la humanidad salió del neolítico y empezó la Edad del Hierro.

Esta tierra tiene algo curioso. Nunca ha sido independiente. Nunca ha tenido un estado propio. Fue zona de tribus que guerreaban entre ellas, hordas enfrentadas unas con otras y que solo se unían frente al enemigo común, normalmente para traicionarse a la mínima. Todos conocemos más o menos lo que ha ocurrido en este rincón del mundo en los últimos setenta años. Pero vamos a repasar la historia hasta entonces. La historia es sólo eso, historia.

Israel en el 1800 A. C. formaba parte del imperio Egipcio. Era el campo de batalla entre egipcios e hititas. O sea, un auténtico merdé. Aquí se "celebraban" las batallas entre ambos bandos. Fue conquistada y "desconquistada" varias veces. Una especie de piojo entre dos uñas, que lo aplastas y unas veces se queda en un pulgar y otra en el otro. Pero siempre piojo aplastado.

Es hacia el 1000 A.C. cuando tiene un tiempo de independencia. Es la época del rey David y compañía. Todo esto de las tribus de Israel y demás. Pero siempre eso, tribus continuamente guerreando entre ellas. Cien años después en el 900 A.C. se fragmenta y aparecen unas jefaturas. Esto dura poco tiempo, pero lo aprovechan de maravilla para darse de tortas entre ellos y demostrar que no es necesario que venga nadie de fuera para escabechinar al personal.

En el 700 A.C es conquistado por el imperio persa e incorporada al mismo. Coincide temporalmente con la época de las polis griegas, para que os hagáis una idea del momento.

En el 330 AC un chaval llamado Alejandro Magno decide darse un garbeo por el mundo y este sitio pasa a depender del mandato macedonio. Así hasta el 300 AC en que el imperio de Alejandro se desmembrara e Israel queda dentro de una de las satrapías que se crean. Vuelve a depender de Egipto. Vuelta al principio. Dura poco tiempo, hacia el 190 AC entra a formar parte del imperio Seleúcida. Cambio de amo de nuevo.

Haci el 190 A.C. el gran Aníbal, el mejor general cartaginés y uno de los más grandes de la historia, eligió Tiro, ciudad libanesa, como primer punto de su exilio tras el ostracismo al que fue sometido por los cobardes de su patria. Y fue mercenario al servicio del rey Antioco III, soberano de la zona de Armenia que en esa época estaba a la gresca con los romanos

Hay un momento, hacia el 110 AC en que vuelve a aparecer el estado de Judea. Pero en el 60 AC entra a formar parte del Imperio Romano. Y esto dura hasta el 642 DC en que se incorpora al imperio de unos simpáticos muchachos que vienen del desierto. O sea, ahora forma parte del imperio musulman. Este tiempo es un follón, ya sabéis, califato va califato viene. Pero esta tierra siempre está bajo la babucha árabe (del árabe de turno, se entiende)

Hacia 1200 se monta el follón de las cruzadas y desde Europa nos damos una vuelta por allí. Como parece que no hay bastante mala leche con la suya, les llevamos la nuestra. Ya sabéis, todo esto de reconquistar los Santos Lugares. Y la escabechina que se monta es de órdago. Se crea un estado independiente pero que dura poco. Saladino vuelve a la carga y recupera la zona para los musulmanes.

En 1518 de nuevo cambio de dueño. Ahora entra a formar parte del imperio Otomano. Todo esto con la consabida degollina por medio, claro está, si no no tiene gracia. Se acaba el Califato y empieza el Sultanato

Y así estamos, otomanos perdidos, hasta después de la Primera Guerra Mundial en que la zona se encomienda a los británicos y pasa a ser un "protectorado". Gloriosa palabra, cuando se les hacía de todo menos protegerlos. Y llega 1947 en que los británicos graciosamente hacen la maleta y vuelven a su isla a disfrutar de su magnífica gastronomía. Y es al día siguiente cuando, y esto siguiendo un mandato de la metepatas de la ONU, los judíos que habían comprado tierras y se habían instalado después de la Segunda Guerra Mundial proclaman su estado y arrinconan a los que estaban viviendo allí hasta hace poco

Y de nuevo siguen los tortazos hasta nuestros días. Esto, para otra entrada, que esta ya me está quedando un poco larga

A todo esto de conquistas y reconquistas, de luchas, matanzas y destrucción y de opresión durante tres mil años, sumadle que cada uno de los que ha pasado por allí ha dejado sus costumbres y sus religiones. Con lo que lo lógico es que a fecha de hoy estén como están, en guerra, como siempre

Y esta historia vale no solo para Palestina sino para todo el Creciente Fértil. El origen de nuestra civilización: La guerra.

Un trozo de hierro se puede forjar en azada o en cuchillo. Nuestra historia es una historia de guerras y sangre. Así empezó todo. Forjando el hierro en cuchillo