Foto de Sergio Urra en nuestros pinares
Pasear solo está bien. Vas simplemente con tus pensamientos, con tu respiración y el único sonido que acompaña son tus pasos. Un paseo largo, de los de tres horas en adelante, es una gran ayuda para poner en orden el A-Z de tu cabeza. Como os digo amigüitos míos, pasear solo está bien
Solo que cuando te entra un poco de cordura, cosa que viene el día que te pegas alguna ostia bajando por algún andurrial, te das cuenta que eso de ir solo tiene sus riesgos. Meterte por el barranco Sierra por ejemplo, a dos horas de ningún lado y sin cobertura de teléfono, tiene su conque. Una simple torcedura de tobillo te puede amargar el día.
Así que ya veis lo que hago; colgar la ruta para que todo el mundo sepa por donde ando. Tirar de GPS y procurar no desviarme mucho de lo trazado. El otro día, el que subí solo el Moncayo, me había propuesto iniciar la cuesta arriba a las seis de la mañana, para estar a las ocho en la cumbre y allá ver salir el sol. Pero en el momento de poner el despertador me lo replanteé. El Moncayo no tiene dificultad alguna, pero en estas fechas y aunque no tenga nieve, siempre hay alguna placa de hielo. Y meterte a cruzar una a oscuras, pues no es lo mas cuerdo del mundo. Así que puse el despertador a las seis y media de la mañana, para las ocho estaba en el aparcamiento del Santuario y a las nueve y media en la cima. Vi salir el sol mientras subía, que tampoco está mal es espectáculo, pero es mucho mas cuerdo andar con luz que o con la luna o con el frontal
Como os digo, pasear solo está bien. Pero la primera regla del que sale al monte está clara
"Nunca vayas solo"
Ir con algún amigo al monte es lo lógico y lo cuerdo. Estás mucho a salvo de cualquier incidencia y sobre todo vas mas entretenido. Y si es de tu nivel físico, pues hasta te puedes picar y esforzarte mas que si vas solo.
Además te permite apreciar otras cosas que si vas solo pasan inadvertidas.
Una de ellas es esa que encabeza estas lineas. Esa curiosa formación botánica que encabeza este tostón diario es lo que se conoce como "escoba de brujas" y se da en nuchas especies vegetales. Y en nuestros pinos alepos no es difícil verla. Lo que ocurre que hasta que no fui con Sergio al barranco Sierra, nunca me había fijado en ellas. Es una especie de "bonsai" que se forma naturalmente en los pinos y fue Sergio el que la vio.
Mirad esta otra
Foto de Jorge Hernández, autor del blog
"la cantimplora verde"
Son acumulaciones vegetales de las propias agujas de los pinos muy muy apretadas y del mismo tono, pero un poco mas intenso, que el resto de las agujas. Hace años se pensaba que estaban originadas por el ataque de un hongo pero ahora se sabe que la causa son unos organismos que están a caballo entre los virus y las bacterias que se denominan fitoplasmas
El ataque de estos bicharracos no provoca la muerte del árbol, eso es lo curioso. Los fitoplasmas son una especie de "parásitos" pero que no acaban con la vida del "parasitado". El caso es que desde que Sergio me mostró una de estas "escobas de brujas" cuando subíamos la ladera a Miranda desde el barranco, ahora me fijo mucho mas en todos los pinares a ver si pillo alguna otra "escoba"
Ventajas de ir acompañado. Vas mas seguro y encima aprendes
Os dejo un enlace al blog de "la cantimplora verde", que está muy entretenido
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