Hoy os voy a hablar de una persona que pudiendo elegir vivir en cualquier lugar del mundo, eligió y tuvo clara una cosa. El viviría en un lugar monumental. Y como tal, eligió nuestro bonita villa.
Don Benito Francia y Ponce de León nació en 1.854 en Alberite, aquí al lado. Hijo de una acomodada familia, su padre fue el médico del lugar. Benito también estudió esta carrera y ejerció unos años de médico en Filipinas. Allá también desempeñó cargos políticos y lo debió hacer bien, ya que de Filipinas fue a Puerto Rico y ocupó el cargo de secretario general allá.
Por cierto y ya que estamos, Puerto Rico fue descubierta por Ponce de León, antepasado de nuestro amigo Benito. Ya veis, que casualidades tiene la vida.
Volvió a España y fue Gobernador de la Provincia de Orense. Y de Orense, de nuevo Gobernador de Tarragona, de Vizcaya y por fin de Navarra. Ya veis que el hombre daba mas vueltas que Facundo
Total que el bueno de Benito enamorose de una chica de Peralta y contrajeron feliz matrimonio en 1887 en Peralta. Benito murió joven, y lo hizo en nuestro monumental pueblo a la edad de cincuenta y seis años
Queda familia descendiente de Benito en nuestra localidad.
Si es lo que siempre os digo. Si un hombre con tanto mundo a sus espaldas como D. Benito eligió quedarse aquí, por algo sería.
Os dejo con un bando de Benito, en el que habla de la pasión por el juego que había en Navarra en aquellos años. Y eso que la Reta todavía no estaba. Que tiempos
"Contra el juego y la blasfemia
Como ayer anunciamos, hoy publicamos la circular ue en el Boletín Oficial apareció hace tres días, firmada por el señor Gobernador civil de la provincia
CIRCULAR
Renovadas las Corporaciones municipales y elegidos por ellas o designados por la Corona los Alcaldes Presidentes, Delegados de este Gobierno Civil en sus respectivas localidades, creo llegado el caso de llamar su atención por modo conciso y terminante acerca de la frecuencia con que se me denuncia la tolerancia manifiesta observada en determinados pueblos respecto a los juegos prohibidos con notoria infracción de la Ley y desprestigio y menoscabo de la dignidad de las autoridades, que consienten tamañas extralimitaciones, escudándose en la carencia de medios para impedirlas, o bien en la ignorancia de que se ejecutan.
Esposas y madres desoladas y otras personas de recto criterio, se me han dirigido en diversas formas, deplorando con dejos de amargura la desmedida afición con que se entregan los hijos y jefes de familia al juego, comprometiendo en corto espacio el fruto de penosos ahorros o el escaso jornal arrancado a duras penas con el sudor de sus honraras frentes , dejando el hogar vacío de recursos y falto de lo mas necesario a las perentorias necesidades de la vida, aunque lleno de angustias y congojas, que siguen de cerca a los desordenes y transgresiones que regulan los actos de las sociedades inspiradas en la tranquilidad de las buenas costumbres y en la satisfacción del cumplimiento de sus deberes
Además del vicio del juego, se me señalan como frecuentes el escándalo de la blasfemia y las canciones obscenas, que no solo ultrajan la santidad de la Religión e infieren horrible ofensa a la moral cristiana, sino que ofenden al sentido común, a la educación y a la sensatez de la inmensa mayoría del vecindario, que tiene la desgracia de padecer semejantes oprobios.
Nada de eso habrá V. de tolerar. El Código, las Ordenanzas de gobierno y las facultades taxativas de que se hall V. investido, le otorgan suficientes garantías para impedirlo, de suerte que de acuerdo con los Jueces de 1ª instancia o municipales y con los comandantes de los puestos de la Guardia Civil donde existan, cuando sea necesario procederá V. con todo rigor a que terminen los indicados desafueros, poniendo el mayor empeño en el buen éxito de esta empresa, que con toda preferencia le recomeniendo en la seguridad de que el prestigio de su nombre se elevará a la altura de su eficacia y buen deseo
En consonancia con lo dispuesto en esta circular, publicará V. y fijará en los sitios apropiados los bandos que considere oportunos, conminando con la penalidad consiguiente a los incursos en los hechos mencionados, dándome cuenta de haberlo así verificado
Pamplona 6 de Enero de 1.902.- El Gobernador, Benito Francia"
Es de aplaudir lo excelentes propósitos del señor Francia, en orden a la desaparición de esos dos vicios de nuestra sociedad.
Ya veis amigüitos que es una delicia leer esos periódicos de hace mas de un siglo. Tenían los redactores un manejo del lenguaje admirable
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