Antes de seguir, la foto de hoy no es mía. Es de interné, que no fui al cementerio pirata de Saint Marie, que hice otras cosas, pero la historia es la historia. Os pongo la letra de Loquillo, que viene al pelo de la tostonada de hoy. La bandera pirata es negra y roja, como lo es la de la CNT, que no dejan de, en el fondo, ser un movimiento pirata
He modelado una
bandera
que, como todas, es para quemar.
En colores negro y color sangre.
Por el placer de crear.
He fantaseado, verás nena,
con un amor sólo para ti.
Le he dado forma de poema
y lo he olvidado, soy así.
Me he infiltrado en los poros de tu piel,
al abordaje,
y ya para siempre, nuestro barco,
en el río del flujo de tu sangre.
¨Soy un pirata nena, tocando música?
Correcaminos, a más de cien.
¨O soy parte de un mundo que, aun prohibido
sientes latirte a flor de piel?
Y es que tan pronto se envejece
y es que hay tanto bello aún por ver
y es que es tan acre el recuerdo
de lo que no llegaste a hacer.
que, como todas, es para quemar.
En colores negro y color sangre.
Por el placer de crear.
He fantaseado, verás nena,
con un amor sólo para ti.
Le he dado forma de poema
y lo he olvidado, soy así.
Me he infiltrado en los poros de tu piel,
al abordaje,
y ya para siempre, nuestro barco,
en el río del flujo de tu sangre.
¨Soy un pirata nena, tocando música?
Correcaminos, a más de cien.
¨O soy parte de un mundo que, aun prohibido
sientes latirte a flor de piel?
Y es que tan pronto se envejece
y es que hay tanto bello aún por ver
y es que es tan acre el recuerdo
de lo que no llegaste a hacer.
Y si caes en los
brazos de alguien alto y oscuro
y quedas seducida para siempre jamás
no temas a las tinieblas,
ni a las miradas turbias
el gozar de las sombras no te debe asustar.
y quedas seducida para siempre jamás
no temas a las tinieblas,
ni a las miradas turbias
el gozar de las sombras no te debe asustar.
Entre que los hijos de mis amigos ya están en edad de bachiller y que dentro del grupo de crosstrain también hay jóvenes que están en esas edades de los 18 - 21 años estoy alucinando con un tema. Lo que se les atraganta la asignatura de historia a estos jóvenes. Y, sinceramente, si todos odian la historia es simplemente por que no tienen profesores que los motiven; que hagan de esa asignatura un disfrute y no una tortura. Ahora bien, si el famoso "temario" es un compendio de fechas, nombres y sucesos entiendo que estos chavales echen la pota antes de entrar a esa tostonífera clase. La historia hay que hacerla interesante y motivadora, no hay que estudiarla, hay que disfrutarla
Y para eso, nada mejor que mezclar la historia con la leyenda. De esa mezcla sale la mejor historia y las leyendas mas interesantes. Hoy, esto va de eso, de una leyenda mezclada con historia y de historias legendarias. Y como no, esta leyenda reposa en Madagascar, en la Isla de Saint Marie. Si es que es lo que siempre os cuento amigüitos, todo es diferente en Madagascar
El siglo XVII fue un siglo convulso. Ya la imprenta, de la que os hablé en esta entrada, estaba haciendo de las suyas y el libro de Tomás Moro "Utopía" se había publicado. Un libro breve y cortito que por cierto os recomiendo amigüitos. Esto de atrás es historia y lo que a continuación es también historia, pero con gotas (o chorros) de leyenda.
En esos siglos el primer hijo de la nobleza se llevaba la herencia. Los que venían después tenían o que hacer carrera militar o meterse en el clero. Es lo que se hacía para no trocear el patrimonio. Pues bien, he aquí al señor Misson, un noble francés que decidió que lo suyo no era ni ser sargento ni celebrar misas. Un tipo rebelde y aventurero, que en compañía de otros alegres muchachos y secundado por un clérigo que estaba hasta el moño de obispos y cardenales decidieron subirse a un barco y dedicarse a piratear por esas costas del Océano Índico. Resulta que el segundo de a bordo, Caraccioli, el cura, estaba empapado de todas esas ideas de Tomás Moro. Y como buen clérigo que era tenía mucha labia. Entre abordaje y abordaje convenció a Misson y al resto de que eso de ser pirata estaba bien, pero que vivir en la cáscara de nuez era un puto rollo. Que tenían que tener un país propio y con sus leyes. Un país en el que todos fueran iguales independientemente de la fe de cada uno y de su origen social. Y un país en el que las decisiones fueran consensuadas, no como en el resto del mundo en el que el tiranuelo de turno mandaba a su antojo
Así que en la Isla de Saint Marie, en Madagascar, un paraíso natural del que ya os he hablado, montaron su idea y su país. Y fíjate, que aquello, cuenta la leyenda, funcionó y que fue así.
Tenían un "parlamento" elegido entre todos y que cada cierto tiempo renovaban, por esto de orear las mantas que si no huelen. Crearon su propia lengua, mezcla del francés y de lo que hablaban los nativos de allá. Eran piratas y como tal vivían de abordar otros barcos, pero ni asesinaban a los tripulantes de otras naves ni los dejaban en la indigencia. Cogían lo necesario e incluso liberaban a los esclavos que viajaran en los barcos que capturaban y les ofrecían unirse a ellos
Su bandera no era negra, era blanca y su lema era "A Deo a libertate", "Por Dios y por la libertad", un bonito lema
Pero como todas las leyendas de la historia....... pues es muy dudable tanta generosidad. Realmente hay pocas crónicas de fuentes fiables que hablen de esos piratas nobles de las aguas del Indico. Algo hubo, pero tanta caballerosidad y tanta utopía, me suenan a leyenda. Leyenda bonita, pero leyenda
En la Isla de Saint Marie está el cementerio pirata, donde se les daba sepultura. Incluso se dice, leyenda también, que el Capitán Kidd reposa allá. Si vais por allá, podéis visitar el cementerio. Os contarán esta historia pero mucho mas decorada.
Saint Marie fue una isla refugio de piratas y los últimos fueron ajusticiados por tropas francesas en el siglo XIX. Hubo mas islotes refugio de piratas por el mundo, Saint Marie no fue el único.
No me digáis que no se pueden meter leyendas de este tipo para motivar a los críos y que atiendan la clase. Y no tanto rollo que no hay quien lo digiera
El siglo XVII fue un siglo convulso. Ya la imprenta, de la que os hablé en esta entrada, estaba haciendo de las suyas y el libro de Tomás Moro "Utopía" se había publicado. Un libro breve y cortito que por cierto os recomiendo amigüitos. Esto de atrás es historia y lo que a continuación es también historia, pero con gotas (o chorros) de leyenda.
En esos siglos el primer hijo de la nobleza se llevaba la herencia. Los que venían después tenían o que hacer carrera militar o meterse en el clero. Es lo que se hacía para no trocear el patrimonio. Pues bien, he aquí al señor Misson, un noble francés que decidió que lo suyo no era ni ser sargento ni celebrar misas. Un tipo rebelde y aventurero, que en compañía de otros alegres muchachos y secundado por un clérigo que estaba hasta el moño de obispos y cardenales decidieron subirse a un barco y dedicarse a piratear por esas costas del Océano Índico. Resulta que el segundo de a bordo, Caraccioli, el cura, estaba empapado de todas esas ideas de Tomás Moro. Y como buen clérigo que era tenía mucha labia. Entre abordaje y abordaje convenció a Misson y al resto de que eso de ser pirata estaba bien, pero que vivir en la cáscara de nuez era un puto rollo. Que tenían que tener un país propio y con sus leyes. Un país en el que todos fueran iguales independientemente de la fe de cada uno y de su origen social. Y un país en el que las decisiones fueran consensuadas, no como en el resto del mundo en el que el tiranuelo de turno mandaba a su antojo
Así que en la Isla de Saint Marie, en Madagascar, un paraíso natural del que ya os he hablado, montaron su idea y su país. Y fíjate, que aquello, cuenta la leyenda, funcionó y que fue así.
Tenían un "parlamento" elegido entre todos y que cada cierto tiempo renovaban, por esto de orear las mantas que si no huelen. Crearon su propia lengua, mezcla del francés y de lo que hablaban los nativos de allá. Eran piratas y como tal vivían de abordar otros barcos, pero ni asesinaban a los tripulantes de otras naves ni los dejaban en la indigencia. Cogían lo necesario e incluso liberaban a los esclavos que viajaran en los barcos que capturaban y les ofrecían unirse a ellos
Su bandera no era negra, era blanca y su lema era "A Deo a libertate", "Por Dios y por la libertad", un bonito lema
Pero como todas las leyendas de la historia....... pues es muy dudable tanta generosidad. Realmente hay pocas crónicas de fuentes fiables que hablen de esos piratas nobles de las aguas del Indico. Algo hubo, pero tanta caballerosidad y tanta utopía, me suenan a leyenda. Leyenda bonita, pero leyenda
En la Isla de Saint Marie está el cementerio pirata, donde se les daba sepultura. Incluso se dice, leyenda también, que el Capitán Kidd reposa allá. Si vais por allá, podéis visitar el cementerio. Os contarán esta historia pero mucho mas decorada.
Saint Marie fue una isla refugio de piratas y los últimos fueron ajusticiados por tropas francesas en el siglo XIX. Hubo mas islotes refugio de piratas por el mundo, Saint Marie no fue el único.
No me digáis que no se pueden meter leyendas de este tipo para motivar a los críos y que atiendan la clase. Y no tanto rollo que no hay quien lo digiera
No hay comentarios:
Publicar un comentario