La verdad es que ese verso veinte del Cantar del Mío Cid es uno de los eternos en la historia española. Me refiero a ese de "que gran vasallo si tuviera un buen señor". Es la cruz con la que en este país tenemos que cargar la mayoría de los contribuyentes.
A ver, que tampoco me quiero pasar en estas primeras líneas, que ya lo haré en las segundas. Francamente a mí me gusta este país y considero que es un gran lugar para vivir. Eso sí, "pese a......" dado que hay muchos peses as..... Pero creo que nadie negará que esta época es la mejor que se ha vivido en España. Y si no, decidme amigüitos que otra época ha sido mejor. O con menos roña y caspa
Hubo unos años muy jodidos. Esto de jodidos es con que lo compares. En el siglo XVI, XVII y etc por todo Europa se vivía parecido. Pero a principios del XX en el resto de Europa se vivía francamente mejor en estas tierras del Ebro. En esos años el analfabetismo, la miseria, la desigualdad, el barro y las cenizas era el pan suyo de cada día de nuestros bisabuelos
Es en esos años, en la segunda década del XX cuando se desarrolla esta historia
España había perdido todas sus colonias americanas. Era un país hundido, en el que como os digo solo había roña para casi todos y prebendas y regalías para unos pocos. En esos años en el Rif marroquí se desató un inflamiento de huevos colectivo contra España, ya estaban hasta arriba de soportar el mandato colonial. Y al mando de aquel descontento se puso Abd el-Krim, un rifeño listo como el diablo, un gran estratega y un militar cojonudo
En frente, en el lado español estaba el general Silvestre. Si buscáis fotos de él veréis a un tipo entre lucido y gordito, con un bonito bigote, acicalado y empingorotado. Todo un petimetre que se las tenía que ver con el austero y fiero Abd el-Krim.
Nos os aburro con los prolegómenos. El caso es que las tropas españolas mal armadas, mal pertrechadas, con escasa comida y sin agua fueron pasto de las tropas rifeñas. El campamento español en el Annual fue destrozado y las tropas de infantería que huían iban a ser destrozadas por los rifeños. Solo se interponía un regimiento de caballería entre la infantería y los marroquíes. Un regimiento de setecientos hombres a caballo eran los encargados de ganar tiempo para que las tropas se pusieran a salvo
Imaginad un mes de julio de 1.921 en Marruecos. Un calor del demonio y agua ni para beber. En frente, los rifeños cabreados afilando las gumías. Detrás las tropas españolas huyendo como alma que lleva belcebú. Y en medio y para evitar la carnicería esos setecientos jinetes.
Sabían lo que les tocaba y lo que les esperaba
Cargaron la primera vez contra los marroquíes. Hicieron una tremenda carnicería entre ellos, pero evidentemente los marroquíes, buenos soldados como eran, no se quedaron cortos. Y la superioridad numérica iba a su favor
Una nueva carga, esa ya con menos jinetes y con menos ímpetu. Nueva descarga de fusilería, mas jinetes que caen y mas rifeños masacrados bajo los sables.
Y en esto los marroquíes que ven que les lanzan una tercera carga. No se lo podían creer. Bueno Alí, a lo que estamos. Fuego contra esos infieles. Y nueva descarga y nuevo choque. A todo esto la infantería española ya había puesto tierra de por medio
Cuando frotándose los ojos los marroquíes ven que lo poco que quedaba de los jinetes vuelve a cargar. Con los caballos al paso, dado que no podían correr de agotamiento. Encima de los mulos de transporte. Y los que no tenían caballo, a pie.
Fue la última carga. La infantería ya estaba a salvo
La historia la relata uno de los pocos oficiales supervivientes, un vasco, el capitán Iriarte.
El comandante de las tropas, el teniente coronel Fernando Primo de Rivera murió a la semana siguiente, víctima de la gangrena que le produjo una herida causada por la explosión de una granada. La infantería española que huía se salvó
Este Fernando era primo del dictador del mismo apellido. Pero no hay que dejarse confundir por el apellido. Uno dio su vida por salvar la de otros. El otro fue un déspota.
¿Y el título de hoy, a que viene? Pues parece que Primo de Rivera fue mas o menos lo que dijo a la tropa que tenía al mando