Hoy os traigo una perla de enero de 1916. El mundo estaba en plena I Guerra Mundial y los tortazos estaban a diestro y siniestro. Afortunadamente de esa nos libramos en España
Esa guerra había generado un desabastecimiento de lo mas básico por todo Europa y con ello un alza de precios y el mercado negro. Evidentemente ese desabastecimiento europeo sirvió para generar un contrabandeo desde España hacia Europa. Pingües beneficios y no pocas fortunas se originaron en aquella época.
No voy a transcribir todo el artículo, es muy largo y si os interesa os lo podéis leer en la imagen. Os transcribo el trozo que hace referencia a nuestro pueblo. Por cierto, el periódico se llama "EL PUEBLO", un diario republicano de Valencia fundado por el gran Blasco Ibáñez. Y se hace eco de este hecho acaecido en Peralta en 1916. Ya éramos monumentales por aquella época.
Habla del alza del azúcar y.......
"...... Esto no puede consentirse y no deben consentirlo las autoridades representativas de elementos productores e industriales y obreros
Y no puede consentirse, por lo que al consumidor afecta y por que la Azucarera tiene dos pesos y dos medidas, según le conviene
Hemos dicho que se comprometió a vender los 100 kilogramos a sus compromisos; esto ha sido probados hasta la saciedad
Pues bien, esa misma Azucarera, porque unos vecinos del pueblo de Peralta (Navarra) faltaron al contrato establecido, los ha llevado a los tribunales.
He aquí el caso, según lo refiere el "Diario de Navarra"
Un telegrama oficial de ayer (2 de enero), recibido de Peralta, daba cuenta de que a primeras horas de la mañana varios vecinos de la villa, con algunos otros de pueblos convecinos, iniciaron la venta a particulares de parte de la remolacha que tienen contratada con la Sociedad General Azucarera.
Esta, al tener conocimiento del incumplimiento de contrato, formuló ante aquel Juzgado municipal la correspondiente reclamación, pidiendo como medida preventiva la incautación de la remolacha a que aquella tiene derecho
Y como este trámite de ley se ha de efectuar, desde luego, se teme que ocurra alguna alteración del orden público
En previsión de lo que pueda ocurrir, el Gobernador Civil ordenó ayer, telegráficamente, la concentración de la guardia civil que se estime necesaria
Ya que la Azucarera no puede ser llevada a los tribunales, llévesela a la barra, para lo cual no le faltará al Gobierno el concurso de la opinión"
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