Hay hechos que ahí están, en los libros de historia, pero sobre los que les ha echado un vergonzoso telón de silencio. Hoy os voy a contar uno de ellos. Se llama "La batalla de Acosta Ñu", o más conocida dentro de lo desconocida que es "La batalla de los niños"
Hubo una guerra en Sudamérica entre 1864 y 1870. Enfrentó por un lado a Paraguay y por otro a lo que se conoció como la "Triple Alianza" que era el bando formado por Brasil, Uruguay y Argentina. El porqué de esa guerra, pues el de siempre, el quítame allá esas monedas de oro o esos intereses. Nada nuevo bajo el sol.
Pero dentro de esta guerra se libró una batalla que sí que fue diferente a todas las que se había visto en este planeta y que nunca se ha vuelto a ver.
Ya os podéis imaginar y vistos los contendientes que eran cual era y fue el bando perdedor. A Paraguay le dieron la del pulpo. Total que en 1.896 y con la guerra militarmente terminada el general Francisco Solano López, paraguayo, prometió luchar hasta el último aliento y hasta el último hombre. Un tipo bragado y valiente, muy muy patriota el señor este. Por otro lado y dentro de la Triple Alianza el general en jefe dijo que no merecía la pena seguir luchando, que la guerra estaba más que ganada y que no merecía la pena seguir con esa masacre, que para qué.
Evidentemente el que mandaba en Brasil, un emperador entonces, dijo que nones, que se aplastara al ejército paraguayo hasta el final. Y a eso se pusieron los ejércitos de la Triple Alianza. A la cabeza de ese cuerpo de ejército estaba el conde d´Eu. Un puto sádico.
Se pusieron a perseguir a lo que quedaba del ejército paraguayo. Francisco Solano se batía en retirada. Imaginad lo que es una retirada en aquellas épocas de un ejército derrotado. Mulos famélicos tirando de carretas desvencijadas. Y eso es todo menos rápido. Total que la retaguardia del ejército de Solano, comandada por Bernardino Caballero, se descolgó del grueso de la tropa. Quedaron solos, siendo una especie de "protección" para el resto del ejército. El conde d´Eu se enteró de la movida y mandó picar espuelas para alcanzar al ejército. En medio, las tropas de Caballero.
Los alcanzaron en un lugar que se llama Barrero Grande. Y allá se lió parda. No os voy a aburrir con movimientos de tropas y otras pesadeces, pero sabed que 4.000 paraguayos se enfrentaron a 20.000 soldados y el resultado pues ya lo podéis suponer. Caballero movió bien sus tropas y resistió un tiempo, pero al final del día solo le quedaban unos pocos jinetes y...... niños.
Estos niños fueron vestidos con ropas de soldados muertos. A algunos, hasta les pusieron barbas postizas. Y se les puso en vanguardia para repeler la última carga de carga de caballería brasileña. Lo que ocurrió lo narra Juan José Chiavenatto
"Los niños de seis a ocho años, en el fragor de la batalla, despavoridos, se agarraban a las piernas de los soldados brasileiros, llorando por que no los matasen. Y eran degollados en el acto. Escondidas en la selva próxima, las madres observaban el desarrollo de la lucha. No pocas agarraron lanzas y llegaban a comandar un grupo de niños en la resistencia. El conde D´Eu, un sádico en el comando de la guerra, después de la insólita batalla de Acos Nú, cuando estaba terminada, al caer la tade, las madres de los niños paraguayos salían de la selva para rescatar los cadáveres de sus hijos y socorrer a los pocos supervivientes. El Conde D´Eu mandó incendiar la maleza, matando quemados a los niños y sus madres. Su orden era matar hasta el feto del vientre de la mujer"
"Mandó a hacer cerco del hospital de Peribebuy, manteniendo en su interior a los enfermos -en su mayoría jóvenes y niños- y lo incendió. El hospital en llamas quedó cercado por la tropa brasileira que, cumpliendo las órdenes del loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas a los enfermos que milagrosamente intentaban salir de la fogata. No se conoce en la historia de América del Sur ningún crimen de guerra mas hediondo que este"
Caballero formó un cuadro con lo poco que le quedada hasta que en medio del follón consiguió salir llevando a los pocos que se salvaron de la matanza.
Solano López, el general que mandó combatir "hasta el último hombre y hasta el último niño", cuando se vio cercado...... se rindió. Fue hecho preso y a los pocos meses puesto en libertad. Volvió a su país, a Paraguay y...... acabó de presidente del mismo. Sus restos reposan en el Panteón de los Héroes de Paraguay.
El 16 de agosto, el día de esa batalla, se celebra en Paraguay el día del niño. Una forma de reivindicar el abuso a que se somete a la infancia. Y que llegó a su paroxismo poniendo a criaturas de seis años frente a una carga de caballería
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