Las tres mujeres que encabezan estas líneas son Victoria Kent, Margarita Nelken y Clara Campoamor. Fueron las tres primeras mujeres que formaron parte del Parlamento Español y lo fueron en 1931. Victoria lo fue por el Partido Republicano Radical Socialista, Margarita por el PSOE y Clara por el Partido Radical
Hay mucha literatura por ahí acerca del voto femenino. Y si veis la peli esa que os recomiendo podréis apreciar la titánica lucha de unas pocas para que todas dieran un paso adelante.
España iba un poco por detrás de los países del norte de Europa. No solo en el tema de la igualdad femenina, en todo en general como siempre, a remolque. En nuestro país siempre arrastraremos el peso de que aquí no hubo época de la ilustración así nos va. Pues resulta que el 21 de noviembre de 1933 se celebraron unas elecciones en España en la que las mujeres fueron por primera vez iguales a los hombres. Y esto es algo que hay que celebrar. Por cierto amigüitos, no os rasquéis la cabeza. En 1.931 las mujeres podían ser elegidas, pero no podían elegir. Así de curiosas son las cosas
Pero hay que poner todo en su sitio. De las tres mujeres que encabezan estas líneas solo una, Clara, defendía el voto femenino, aunque os parezca extraño
Clara era una persona íntegra, desde mi punto de vista claro. Ella creía en los derechos de las personas, sin hacer cuentas electorales de lo que en cada momento le convenía. Ella pensaba que las mujeres tenían que ser igual a los hombres y que luego cada mujer hiciera lo que quisiera con su voto. Pero todo el mundo no es así
Cuando se votó en la Asamblea Constituyente acerca de la conveniencia o no de incluir el voto femenino en la constitución el resultado fue de 161 votos a favor, 121 en contra y 188 abstenciones. Y de las tres mujeres como os digo solo Clara votó a favor. Victoria defiende de esta manera su "no voto" (copiado de la wiki)
Que creo que el voto femenino debe aplazarse. Que creo que no es el momento de otorgar el voto a la mujer española. Lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal. (...) Lo pido porque no es que con ello merme en lo más mínimo la capacidad de la mujer; no, Sres. Diputados, no es cuestión de capacidad; es cuestión de oportunidad para la República. (...) Cuando la mujer española se dé cuenta de que sólo en la República están garantizados los derechos de ciudadanía de sus hijos, de que sólo la República ha traído a su hogar el pan que la monarquía no les había dejado, entonces, Sres. Diputados, la mujer será la más ferviente, la más ardiente defensora de la República; pero, en estos momentos, cuando acaba de recibir el Sr. Presidente firmas de mujeres españolas que, con buena fe, creen en los instantes actuales que los ideales de España deben ir por otro camino, cuando yo deseaba fervorosamente unos millares de firmas de mujeres españolas de adhesión a la República (La Srta. Campoamor: Han venido.)... he de confesar humildemente que no la he visto. (...) Por hoy, Sres. Diputados, es peligrosos conceder el voto a la mujer
Ya veis. No es que no creyera que la mujer no debía votar. Simplemente hizo cuentas y supuso que la mayoría de las mujeres españolas de aquel entonces eran de ideas conservadoras, no le convenía el voto femenino. Tócate las narices.
La íntegra Clara le respondió así (también wiki)
Precisamente porque la República me importa tanto, entiendo que sería un gravísimo error político apartar a la mujer del derecho del voto. (...) Yo soy Diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales. La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven... Que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt, de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos, es caminar dentro de ella
Celebremos pues que las mujeres puedan votar. Pero no pongamos a las tres en el mismo plano de igualdad. No es lo mismo la consecuente postura de Clara que la ventajista de Victoria o de Margarita. Para nada.
Viene esto a cuento de este tweet de Irene Montero
Sinceramente que esta mujer me está defraudando en el plano intelectual. Pensaba que tenía mas cultura general.
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