Vaya por delante mi respeto y mi admiración por todas las personas que dedican su tiempo, su dinero y su conocimiento a procurar que en nuestro monumental pueblo haya más y mejores posibilidades para hacer deporte. Siempre es bueno eso de la mens que estaba sana por que el corpore andaba bien.
Como siempre en este perro mundo todo se mueve en torno al dinero. El vil metal es necesario para todo y es mi opinión que mientras no perjudiques a nadie, casi todo es válido para financiarte.
Pero es que lo de Peralta Monumental estos días de fiestas tiene tela. Pero mucha y de un color muy negro, no blanco ni rojo que es lo que corresponde a estos días festivos.
Aviso a los ladrones de la zona
¿Queréis robar a diestro y siniestro sin que nadie se entere? Pues fácil. Haced vuestra labor a las diez de la noche. Los monumentales moradores estamos todos apretujados en la Plaza Principal pendientes de apuntar números en un cartón al son que un señor subido en el escenario municipal, con el micrófono municipal y la electricidad municipal dicta. Nadie se va a dar cuenta de nada
Los que venís de fuera os recomiendo ese momentico. Todo el personal alienado, pendiente de un premio. Digno de las imágenes del añorado NO-DO, aquel noticiero dominical con el que el régimen asaltaba las meninges. Es que casi estoy escuchando a Matías Prats padre
"El gentío llena plaza de Peralta Monumental, jugando a ese entretenido juego que es el bingo. El producto de su venta es destinado a fines sociales para que los niños de la localidad puedan practicar su deporte favorito. Un signo más de la solidaridad de los habitantes de este pueblo"
Todo eso con la voz altisonante de Matías y de fondo la melodía que os he puesto
De verdad. Una noche, solo una, no juguéis al bingo. Y dedicad ese momento a contemplar el espectáculo de una plaza llena de gente, posiblemente el acto mas concurrido, y totalmente alienada con el puto juego ese. Imaginad la escena en blanco y negro, y todos con boina y alforja. Totalmente años 50, vaya
Y mientras, el pueblo vacío, el ambiente cortado y después del bingo, todos a cenar. España negra, negra y profunda es lo que parecemos
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