¿Cual es mejor y mas bonita?

Música de hoy, "El extranjero", del humilde de Bumbury

Atónito he asistido estos días al espectáculo que se está dando en redes sociales, prensa escrita y radio acerca de la manifestación de mañana. Hace unas semanas las cosas estaban relativamente suaves y tranquilas, pero con el paso de los días los insultos han ido creciendo por ambas partes, rozando el ingreso en el frenopático.

He llegado a una conclusión, que hay dos tipos de navarros, los que vamos a ir mañana a la manifestación y los que no vamos a ir. O eres de un grupo o eres de otro. Ambos grupos tenemos algo en común, ambos grupos somos nacionalistas. Vamos a hablar un poco del nacionalismo, desde un punto de vista histórico. Indaguemos en la historia y vamos a ver de donde viene esta moda del nacionalismo

Para escribir esto he estado surfeando un poco por la red para afianzar mis conocimientos históricos acerca del "nacionalismo" y sus orígenes. Y la verdad es que pronto me he aburrido. La mayoría de las entradas hablaban del "derecho de los pueblos", con lo que eso no me sirve de nada. Francamente me resulta harto difícil entender que es "un pueblo" y a quienes afecta. O sea, que donde empieza y acaba "un pueblo". Peralta Monumental es una villa, o sea, algo parecido a un pueblo, pero "pueblo" entre comillas es otra cosa. 

Vamos a ver los orígenes del nacionalismo; todo lo que viene a continuación se puede aplicar tanto a un nacionalista vasco, navarro, español o belga; da lo mismo y es igual.  Ahhhh, y por aclarar y como estamos entre amigüitos, personalmente considero al nacionalismo una peste.

El concepto de nación es bastante moderno. Se acuñó tras la revolución francesa, hace poco más de doscientos años. O sea, que como os digo es una idea  recién llegada. Antes no había naciones, lo que había era reinos entendiendo como tal que un territorio era gobernado de forma más o menos acertada por el sátrapa de turno. Este tiranuelo era ayudado por la religión que estaba asentada en dicho reino, iban siempre al alimón y se lo pasaban pipa viviendo tan ricamente a costa de los súbditos. La amalgama de todo el reino estaba representada por esas dos figuras, por el monarca y por la iglesia.

Pero llegaron los franceses y se cabrearon. Pusieron unas cuantas guillotinicas en las plazas de diferentes lugares y se dedicaron a cortar cabezas reales y a perseguir a la religión. Quizás fuese necesario hacerlo, pero de pronto los revolucionarios (los ideólogos, entiéndase) se dieron cuenta que ese pegamento que mantenía unido a la peña había desaparecido. Había que buscar algo que sustituyera a la figura real y la mano de la religión. Y ¡Tate! se les ocurrió la palabra ¡Patria!. La masa aborregada que antes se inclinaba frente a una corona o un hisopo lo haría ahora frente a una bandera. Los que antes daban una pierna en una batalla por su rey, ahora lo haría por una bandera. 

Y si no ved el bonito cuadro de Delacroix, ese de "La libertad guiando al pueblo", es todo un poema. La  Libertad, como si no tuviera otra cosa que hacer, en primera línea de combate, blandiendo una bandera y guiando a las aborregadas masas armadas de fusiles..... a la muerte.

O sea que esto del nacionalismo es un invento francés, como el Renault, y fue un sustitutivo a lo que representaba el rey cuando se les fue la mano con la guillotina.  Este invento consistía en que las personas que nazcan en un mismo territorio deben compartir ideas e ideales y defenderlas de lo que venga de fuera. Aún con su propia vida. Que es lo fetén. Y si a alguien se le ocurre rascarse la cabeza y disentir de esta idea pues es señalado. No faltaría mas

Y los que mandaban, que siempre hay los que mandan, encontraron en esta idea una estupenda herramienta de control social. No hay rey, no hay religión; ahora hay patria. No se reverencia la cruz, se reverencia la bandera. Es curioso como primero en Francia y luego en el resto del mundo sustituyeron santos y vírgenes por "héroes de la patria". Pasó por toda Europa, desde Portugal hasta Rusia.

Los buenos nacionalistas escuchan la misma música, hablan el mismo idioma, comen las mismas cosas, bailan los mismos bailes y en el fondo, tienen las mismas ideas y piensan lo mismo. Y si alguien disiente pues..... se le echa del país, que estorba. Que no es como nosotros; y para por si acaso y para que no entre nadie de fuera, haremos un buen muro. Lo mejor de todo es que un buen nacionalista busca hasta rasgos iguales entre los suyos: mismo color de pelo, de ojos, pecoso o no, altura, facciones...... en el fondo, cantidad de melanina. Que cuanto más parecidos seamos y uniformes, mejor. Y por supuesto, sin disentir. Ahhhh, y no vas a comparar tu traje regional con el mío, ni se te ocurra, que el mío es infinitamente más bonito que el tuyo.

Esto ya no es de mi cosecha, pero un buen nacionalista acaba en sí mismo. Si tu preguntas a un nacionalista cual es el mejor país te dirá

"¡El mio, por supuesto!"

Y si le preguntas por cual es la mejor región dirá

"¡La mía, por supuesto!"

Y si le preguntas por el mejor pueblo dirá

"¡El mio, por supuesto!"

Y ya si le dices cual es la mejor cuadrilla dirá

"¡La mía, por supuesto!"

Y si le preguntas por quien de la cuadrilla es el mejor, no te responderá. Pero pensará

"¡YO!"

Pues eso, que el nacionalismo acaba en uno mismo. Creyéndote el mejor.

El nacionalismo es una lacha y es peligroso; ver resurgir los nacionalismos por toda Europa y EEUU (Trump y su muro) pone los pelos de punta recordando la primera mitad del siglo XX. El nacionalismo estuvo en el origen de esas dos grandes guerras.

Acabo como he empezado. He dicho nacionalismo y me vale igual para el vasco, catalán, navarro, español, francés o belga. Son lo mismo.