James Horner se nos ha ido. Uno de los mejores compositores de bandas sonoras cinematográficas ha fallecido haciendo lo que al él más le gustaba:
Volar
El cine es imagen, es interpretación, es un sólido guión, ahora son los efectos especiales..... a veces es el silencio de los protagonistas, otras veces la fotografía..... pero siempre es la música. La música fue imprescindible en los inicios de la cinematografía, siempre una orquesta acompañaba a la imagen y a los subtítulos. También ahora la música sigue siendo imprescindible, cualquier película "de las buenas" queda en nuestra retina por alguna escena concreta, pero siempre la música que acompaña ese momento queda registrada en nuestro cerebro y nos acompaña siempre. Música y cine siempre han ido de la mano
Horner fue uno de los maestros en esto, en acompañar con sonidos a las imágenes. Películas como Titanic, Cocoon, algunas de Trek, El nombre de la Rosa, Avatar.... y esta, la de Apolo XIII. La angustia y la desazón que vivieron los tripulantes de esa misión nos llegaba en tres formas, por la interpretación magistral, por la magnífica fotografía y por esta estupenda banda sonora que acompaña estas líneas
El cine y la música son la viva muestra de que la ciencia no siempre tiene razón. Hay consenso entre los científicos en que nada hay más rápido que la velocidad de la luz. Nada corre más que un rayo de luz.
Sin embargo cine y música nos recuerdan que sí hay algo más rápido que la luz:
La imaginación
Sin imaginación no hay ciencia. Y sin imaginación posiblemente no habría motivos para vivir. Un brindis por los que todavía nos hacen soñar e imaginar. Sin ellos la vida sería asquerosamente aburrida
Un brindis por Horner, por un hombre que fue feliz haciendo lo que le gustaba.
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