El otro día en la radio, en el programa de Onda Cero de la tarde de Julia Otero dieron la noticia de que se iban a hacer unas batidas para matar lobos en Asturias. Y como no, ya está la polémica servida
Dentro de los contertulios había un experto en biología, otras personas más y Julia Otero, que resulta que también es una experta bióloga. Bueno no, es como la mayoría de los españoles que en ese sentido somos todos iguales; somos del partido de
"Destoyonotengoniidea pero opino que...." y a continuación viene la lindeza
Dentro de la batida que se organiza, fuera de temporada para mas señas, creo que en general nos encontraremos con tres tipos de personas. Los ganaderos que quieren proteger su patrimonio, cazadores y gente que lleva rifle para los que cualquier excusa es buena para darle gusto al gatillo. Eso seguro que es así; a mí estos terceros particularmente poca gracia me hacen. Yo no soy cazador, pero respeto a quien ejerce ese entretenimiento siempre que lo haga bajo el amparo legal vigente
Doña Julia, como buena española, enseguida trazó dos conjuntos y en uno estaban los buenos y en otros los malos. Yo creo que este tipo de actuaciones hay que tratarlos con un poco más de mesura
El lobo ibérico, un animal magnífico, prácticamente había desaparecido de nuestra geografía. Se ha invertido mucho tiempo, dinero y ciencia en lograr su recuperación. Pero la España de estos años no es la misma de la de hace siglo y medio. La presión demográfica es brutal y las formas de tratar la ganadería y la agricultura son diferentes. Un lobo de hoy en día lo tiene infinitamente más fácil que su pariente de hace ochenta años. Ahora la sociedad le pone todo en bandeja en forma de atontado ganado lanar. Hoy un lobo no caza, se limita a matar lo que el ser humano está criando
Yo me intento poner en el pellejo de un ganadero de ovino, que ve que semana sí y semana también un puño de ovejas sirven de cena para los lobos. Y no solo eso, las ovejas que se asfixian durante la cacería, que muchas veces no se cuentan como víctimas del ataque. Y claro, como me hace daño al bolsillo, me cabreo. Desde la administración, la que gastó dinero para la introducción del lobo, le prometen ayudas, pero llegan cicateramente y con cuenta gotas. Voy al alcalde de mi pueblo, con otros vecinos y le pido una solución. Y la más sencilla es salir a matar lobos. Desde instancias superiores se hacen el Don Tancredo y autorizan la batida, es una mala solución, lo saben, pero sirve para dar rienda suelta a la mala leche. Y placer a algún escopetero
Luego llegan los ecologistas de ciudad a ponerse delante o incluso a insultar al propietario de las ovejas. Y claro, ya está el hispano-follón servido. No se soluciona el problema, el ganadero vuelve a tener ataques, hay menos lobos, los ecologistas enfadados y los únicos que están satisfechos son los de la escopeta, que se han pasado una mañana divertida y han almorzado. El alcalde se sacude las pulgas y ele Presidente de la Comunidad se llama andana, total, como estábamos mas un considerable nivel de cabreo por todas partes y todo el mundo echando la culpa al otro
Yo estoy seguro que el ganadero si hubiera cobrado los daños a tiempo no pierde el tiempo en salir a cazar nada. Pero claro, si ve que su rebaño mengua y que encima no le llegan las ayudas prometidas por "alimentar a los lobos", hace lo que el ser humano siempre ha hecho: defenderse
¿Culpable? La administración. Ni los ganaderos, ni los ecologistas, ni el lobo ni las ovejas. Si como administración has tomado unas medidas para introducir el lobo y esto provoca daños colaterales, tienes que asumirlos. Si no lo haces, la gente tira por el camino más corto y derecho, aunque no resuelva nada. Me hizo gracia el biólogo, pidiendo paciencia a los ganaderos. Supongo que si a él a fin de mes le piden paciencia para cobrar su nómina o si no le llegan los fondos para su proyecto de investigación y le piden paciencia, le sabrá como poco, bastante malo. Si alguien tiene paciencia son los ganaderos; tengo unos cuantos como clientes y paciencia la tienen por pantanos
Y por favor Doña Julia, no establezca con tanta facilidad la barrera entre lo bueno y lo malo; que si el lobo es un especie protegida, los ganaderos están en peligro de extinción.
Os dejo un enlace
Esta situación, salvando las distancias, me recuerda a lo que vivimos por la zona con nuestro visón europeo. Cuando oigo la frase esa de "el puto visón", siempre pienso que aquí quien falla es la administración que ni sabe ni quiere explicar las cosas. Gastan un pastón en una actuación y luego por unos pocos céntimos, la cagan.
No me quiero imaginar el dineral que se habrá invertido en la introducción del lobo, y que ahora por no pagar cuatro perras en ayudas tengamos a medio país contra el otro medio es de locos. Y si encima echa gasolina al fuego una persona que tiene micrófono y audiencia, peor.
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