Música de hoy, coros y orquesta del Ejército Rojo
La historia que nos dice que la Segunda Guerra Mundial (WWII) fue un conflicto entre el Eje y Los Aliados. Por un lado Alemania, Italia y Japón y por el otro, el resto del mundo. Básicamente fue así, pero no del todo. Para empezar Alemania y la URSS firmaron en Moscú el "Pacto de no agresión", entre los ministros de asuntos exteriores de ambos países, Ribbentrop y Molótov. En esencia era una excusa para repartirse primero Polonia y luego Europa. O sea, que rivales fueron más tarde, cuando el déspota de Hitler lanzó a la Wehrmacht a la invasión de la URSS en la "Operación Barbarroja". Pero hasta ese momento, ambos tiranos se llevaban a partir un piñón. De hecho la pobre Polonia fue uno de esos piñones que partieron
Pero la WWII no fue solo eso. Hubo muchas otras guerras al mismo tiempo.
Finlandia desde 1.808 había sido parte de la Rusia Zarista. Tras la revolución y vista la debilidad en la que se quedó la URSS en sus inicios, Lenin ofreció a las etnias que componían Rusia la emancipación, contando con que luego dentro de cada país emancipado se produjera una revolución de corte comunista y conformar estados satélites. En general le salió bien el invento, pero en Finlandia se produjo un gobierno de carácter nacionalista en vez de comunista. Y a Iosif Stalin, que en aquellos años operaba como "comisario de nacinalides" y ya apuntaba maneras, le supo "mucho mucho malo". En 1918 mandó invadir Finlandia, que es lo que hacen los tiranos cuando el resultado de un referendum no es el que ellos pretenden. Pero le salió mal la jugada. El general Von Nannerheim dirigió brillantemente la estrategia finesa y les dieron sopas con honda al entonces incipiente Ejército Rojo. Y la rata de Stalin se la guardó
Tras la firma del tratado de no agresión, Stalin se propuso sacarse la espina e invadir Finlandia y añadirla a la URSS. De nuevo la guerra fue un desastre. Se inició en el invierno de 1939-1940 y la URSS cosechó una soberana paliza. Aunque al final Finlandia se tuvo que rendir y en teoría fueron los vencidos, esta "victoria" se saldó con la entrega de una superficie de terreno equivalente a tres veces Navarra. De nuevo Von Nannerheim, ahora mariscal, planteó una soberbia estrategia consiguiendo que Finlandia se mantuviera independiente
Las cifras fueron:
21.500 muertos y 43500 heridos por parte finesa. 200.000 muertos y 600.000 heridos por parte soviética. Ya veis que soberbia victoria cosechó el amigüito Stalin
El Ejército Rojo estaba sin mandos tras las purgas de los años treinta y esto propició este desaste
Los finlandeses plantearon la guerra a modo de "guerra de guerrillas", al más puro estilo íbero de 1.808. E inventaron dos cosas que han perdurado. El "coctel Molotov", en honor al Ministro de Asuntos Exteriores que firmó el pacto y el "francotirador". Un elemento conocedor del terreno, camuflado, paciente y con nervios de acero que se dedica a cazar a sus enemigos.
Dentro de las filas finlandesas estaba Simo Häyhä. Un jovencito que en sus niñez había sido cazador. Y aplicó lo aprendido para cazar hombres. Se convirtió en la némesis del ejercito rojo. Un solo hombre, oculto y camuflado de blanco entre la nieve, causó el pánico dentro de las líneas soviéticas. Llegó hasta tal punto el temor de los soldados que se organizaron batidas para acabar con él. Dio igual, el pequeño Simo acabó con todos los que enviaron a matarlo. Donde se suponía que estaba era batido con fuego de mortero. Pero Simo sobrevivió a todo.
Al final de la campaña fue herido de gravedad en la cara, pero sobrevivió. Falleció el 1 de abril de 2002.
Cuando se le preguntó qué sentía tras haber matado a tantas personas dijo
"Yo solo hice lo que me dijeron que hiciera lo mejor que pude"
En cien días mató a setecientos cinco soldados soviéticos utilizando su fusil y su subfusil. Los rusos le apodaban "la muerte blanca"
Os dejo un enlace a la guerra Ruso-Finesa y este otro por si queréis saber algo más de Simo
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