Ante la insistencia popular, hoy planteo una pregunta. Evidentemente no pretendo que la respondáis, pero sí que sirva para reflexionar. Siempre hacia el mes de julio, cuando Navarra estalla en alegría y jolgorio del cual yo me hago partícipe, todos los habitantes de Peralta Monumental nos rascamos el cogote y nos planteamos acerca de la conveniencia o no del cambio de fecha de estos días festivos
Hace muchos años, cuando aquel famoso referendum, unos amigüitos hablábamos en tono bastante alto y acalorado sobre este hecho en la terraza de un bar del pueblo. Que si había o no que cambiar las fiestas. Y cada uno daba sus razones, mas o menos atinadas pero siempre de peso para el propietario de la idea
Realmente las razones no lo eran, ni en uno ni en otro sentido. Nadie daba con el argumento demoledor que dejara semejante paripatética conversación zanjada ante el peso del argumento. Que si la producción de las fábricas, que si el precio de los hoteles en función del mes, que si los estudiantes, que si coinciden con otros pueblos...... muchas razones pero ninguna definitiva
Nos estaba escuchando un señor mayor, de los de boina de toda la vida. Y no pudo menos que intervenir para con la experiencia que dan los años aportar su grano de arena. Educadamente participó de nuestra juvenil conversación
"CagüenDi.......... No se pueden cambiar las fiestas"
Lo miramos con cara de "¿Porqué?"
Nos miró. Unos segundos de reflexión y nos dio el argumento demoledor
"En agosto no hay pimientos cucones. A ver que ostias vamos a almorzar si no hay cucones"
Ante la solidez argumental, dejamos la discusión zanjada. Nada como la experiencia que dan los años
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