Recopilación dominical. Este creo que quedó salao y real como la vida misma, que a veces es una mierda
Capitulo trigesimo "condiciones fisicas, parte tres"
Hay veces que es el viaje el que iguala no solo las condiciones fisicas sino las mentales.
Viaje por Africa, desierto de kalahari.
Iniciamos la marcha en un camion todoterreno en Windoek, la capital. Esta ciudad esta a unos 1700 metros sobre el nivel del mar. Tiene un clima muy seco y bastante estable. Y es muy reciente, fue una ciudad nueva edificada en medio de la nada. ¿el porqué?; pues los alemanes, como buenos planificadores que son, decidieron poner su capital en un sitio exento de malaria. Y para eso, en africa hay que buscar altitud.
Bueno, a lo que estamos.
Salimos de la capital, dejas los últimos barrios y arrabales y te das de frente con el desierto del kalahari. Y empezo una serie de dias de dormir a la intemperie en nuestro campamento.
Yo, aunque no desayuno allbran, soy bastante regular con estas cosas. Y al tercer dia ya empece a preocuparme.
Estas cosas hay que plantearlas con mucho tacto, por ser como son muy personales. Asi que me dirigí a mi compañero con sutileza
"¿has cagau?"
"Lllevo desde windoek sin cagar"
"Yo igual"
Viendo esto, decidimos aumentar el muestreo de la encuesta. Y dado que no conociamos a nuestros compañeros de viaje mas que de tres dias, con todo el tacto posible nos dirigimos a el que mas confianza teniamos
"¿alberto, has cagau?"
"Llevo desde windoek sin cagar, y mi mujer igual. Ya voy a preguntar a alguien mas"
Y con mucha mano izquierda se dirigio al grupo, que estaban revoloteando alrededor del camion
"¿habeis cagau?"
"NOOOO LLEVAMOS DESDE WINDOEK SIN CAGAR"
Entonces el guia, joven pero sabio, nos dijo
"no os preocupeos. Es normal en el desierto. El organismo se regula solo. En terrenos secos, retiene el agua. Cuando lleguemos a swakopmund se solucionara.
Dicho y hecho. Tres dias mas tarde llegamos a esa ciudad costera, dormimos en un hotelito y al dia siguiente en el desayuno todo el mundo presentaba una radiante sonrisa. Y era motivo de comentario la sabiduria intestinal de nuestro guia.
Como os digo, hay veces que s el propio viaje el que iguala las condiciones fisicas de los viajeros
Hay veces que es el viaje el que iguala no solo las condiciones fisicas sino las mentales.
Viaje por Africa, desierto de kalahari.
Iniciamos la marcha en un camion todoterreno en Windoek, la capital. Esta ciudad esta a unos 1700 metros sobre el nivel del mar. Tiene un clima muy seco y bastante estable. Y es muy reciente, fue una ciudad nueva edificada en medio de la nada. ¿el porqué?; pues los alemanes, como buenos planificadores que son, decidieron poner su capital en un sitio exento de malaria. Y para eso, en africa hay que buscar altitud.
Bueno, a lo que estamos.
Salimos de la capital, dejas los últimos barrios y arrabales y te das de frente con el desierto del kalahari. Y empezo una serie de dias de dormir a la intemperie en nuestro campamento.
Yo, aunque no desayuno allbran, soy bastante regular con estas cosas. Y al tercer dia ya empece a preocuparme.
Estas cosas hay que plantearlas con mucho tacto, por ser como son muy personales. Asi que me dirigí a mi compañero con sutileza
"¿has cagau?"
"Lllevo desde windoek sin cagar"
"Yo igual"
Viendo esto, decidimos aumentar el muestreo de la encuesta. Y dado que no conociamos a nuestros compañeros de viaje mas que de tres dias, con todo el tacto posible nos dirigimos a el que mas confianza teniamos
"¿alberto, has cagau?"
"Llevo desde windoek sin cagar, y mi mujer igual. Ya voy a preguntar a alguien mas"
Y con mucha mano izquierda se dirigio al grupo, que estaban revoloteando alrededor del camion
"¿habeis cagau?"
"NOOOO LLEVAMOS DESDE WINDOEK SIN CAGAR"
Entonces el guia, joven pero sabio, nos dijo
"no os preocupeos. Es normal en el desierto. El organismo se regula solo. En terrenos secos, retiene el agua. Cuando lleguemos a swakopmund se solucionara.
Dicho y hecho. Tres dias mas tarde llegamos a esa ciudad costera, dormimos en un hotelito y al dia siguiente en el desayuno todo el mundo presentaba una radiante sonrisa. Y era motivo de comentario la sabiduria intestinal de nuestro guia.
Como os digo, hay veces que s el propio viaje el que iguala las condiciones fisicas de los viajeros
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