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martes, 19 de julio de 2016

Encima de pobres, tomaparaquetejodas

Vamos con algo poderoso, Black Sabbath "Children of the grave".




Encima de pobre, apaleado. 

Hoy os voy a hablar de una enfermedad que asoló Europa y que bien se podía llamar "la venganza de Moctezuma". Venganza bíblica casi.

Muchas cosas y muy ricas vinieron de América y una de ellas es el maíz, la la máiz como decimos en Peralta Monumental. Y así como el tomate se consideró al principio un alimento del demonio, el maíz siempre tuvo muy buena aceptación. Entre otras cosas por que su cultivo inicialmente estaba exento de impuestos, algo que a la pobre clase campesina venía de perlas. Y encima de una mazorca de maíz sacas setenta u ochenta granos, con lo que tienes un montón de simiente, cosa que de una espiga de trigo pues.... no. Así que como os digo la maíz entró por Andalucía y de ahí se fue extendiendo al resto de España y Portugal, pasando a Europa. Es un producto que necesita mimo en su cultivo, pero del que se aprovecha todo. La planta como forraje y el fruto.... para hacer pan, algo muy necesario en la triste economía doméstica del siglo XVII. 

Ahhh, lo que os he contado de la exención de impuestos ya os podéis imaginar que no duró mucho. El Montoro de turno enseguida gravó el cultivo de la dichosa planta, provocando no pocas algaradas y revueltas a cuentas de tan "acertada" decisión. Pero bueno, hacienda aparte de que somos todos, es insaciable y así siempre lo ha sido a lo largo de la historia.

A lo que vamos, a que el maíz se popularizó. 

Y un médico que estaba destinado en Asturias, Gaspar Casal, vio una enfermedad como hasta entonces no había conocido. Una especie de lepra que se cebaba con los más pobres provocando horribles dolores y fiebres y que poco a poco los iba mermando y en muchos casos conduciéndolos al suicidio de lo atroz del sufrimiento

Este buen médico acabó sus días en la corte de Felipe V como médico y allí entró en contacto con otro médico francés con quien compartió su sabiduría y conocimientos. Y este francés, ya de vuelta a casa, le tocó también diagnosticar la misma enfermedad. No sabían que era, pero sí que se daba en las zonas mas rurales y se cebaba en las familias más pobres. Con esto, algo se empezaron a intuir. La enfermedad se denominó de muchas maneras y uno de ellos fue el poético "mal de la rosa"

Pasaron los años y los siglos y ese rompecabezas no se acababa de resolver. Y el mal de la rosa iba haciendo de las suyas provocando estragos por toda Europa y América, sobre todo como os digo entre las clases más humildes. 

Tuvieron que pasar muchos años hasta que Joseph Goldberg dictaminó, como ya predijo Casal, que el origen no era infeccioso si no por la dieta. Y años después se encontró el porqué

¿Por qué a los indios sudamericanos con una dieta a base exclusiva de maíz no les pasaba nada y sin embargo a los europeos los mataba entre atroces horrores? Pues por la forma de hacer la comida, ni más ni menos. El indio cocía la maíz en abundante agua que tenía.... mucha cal. Y esto provocaba que la vitamina B3 se liberara. Cosa que no ocurre si el maíz se destina a hacer pan; el pan se hornea y dicha vitamina no se produce. Así de simple.... y así de duro.

El nombre común de esta enfermedad es pelagra. La pelagra ha asolado la humanidad a lo largo de los siglos, pero desgraciadamente sigue presente. Hubo brotes de pelagra en Tanzania en los años 90 y actualmente en los barrios más pobres de las ciudades sudafricanas es un mal que está presente.

Tras de pobre, apaleado 

Os conté otra historia parecida hace tiempo. Os dejo el enlace 




2 comentarios:

  1. No es que me parta, es que en la valoración es el único modo de dar un sobresaliente a este artículo.

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