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Música

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jueves, 16 de julio de 2015

Belchite

Música de hoy, "Tears in heaven", interpretada por Ainhoa Arteta





El otro día os conté lo que ocurrió en Oradour-Sur.Glane y menté Belchite

He estado unas cuantas veces en este pueblo aragonés; sobrecoge verlo y más aún cuando conoces un poco lo que allí ocurrió.

La primera vez que estuve fue hace veinticinco años. Ahora empieza a ser visitado, pero en esa época prácticamente iban solo los vecinos del lugar. Era una mañana fría de diciembre, de esas que me gustan a mí. Una helada tremenda a las ocho de la mañana, un cielo que dolía de lo azul que era y ni pelo de aire, cosa rara en Aragón. Íbamos dos amigos y nos ocurrió lo mismo que cuando visitamos Mauthausen. Poco a poco se fue haciendo el silencio entre los dos y solo se oían las pisadas. Ver las trincheras llenas de arbustos, los impactos en las paredes, las bóvedas de las iglesias atravesadas por la artillería..... y un viejo escrito en una puerta de la iglesia:

"Pueblo viejo de Belchite, ya no te rondan los zagales. Ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres"

Seguimos el recorrido y acabamos en un monumento; un pequeño monolito. Alguien había colocado en un tarro de vidrio de café unas flores de estas que se cogen en las cunetas. Era diciembre y ya os podéis imaginar como estaban. Entre el día que estaba, las cicatrices de la guerra, el pueblo destruido y el tarro con las flores de cuneta, se me puso la carne de gallina. Olía a rencor, a heridas sin cerrar y sobre todo, a muerte. El paraje me impresionó sobremanera

Volví muchos años después, en compañía de mi sobrino y de sus amigos que en ese momento eran unos adolescentes. 

Entramos en el pueblo y empezaron a alucinar ante el paisaje. Hicieron lo que hacen los adolescentes, empezar a revolver y a dar guerra. Íbamos dos adultos, el padre de uno de los críos y yo. Nos miramos y no hicimos ni mención de decirles nada a los críos, los dejamos a su aire. Era verano, no como aquel día de diciembre.

Poco a poco los chavales se fueron callando y se nos fueron acercando. El silencio se hizo de nuevo en la zona y pienso que por vergüenza adolescente los mocetes no nos dieron la mano. Empezaban a sentir una mezcla entre respeto y miedo, y poco a poco el lugar les fue ganando la batalla. Sentían miedo

Uno me preguntó que cuantos murieron allí. Creo que fui bastante parco

"Cinco mil en quince días. Sobrevivieron ochenta que rompieron el cerco. Todos los demás murieron"
"¿Y por qué?"
"Por nada. Por una cabezonada"

Y ya el resto del paseo lo hicimos en silencio. Es un lugar que te puede

Os cuento lo de la cabezonada. Al inicio de la guerra civil en Zaragoza ganó el bando que dio el golpe de estado. Aragón era una comunidad con fuerte arraigo republicano y hubo un contraataque contra la capital, defendida por Cabanellas, que fracasó. Eso mosqueó y no poco al bando republicano, Zaragoza era clave como comunicación del eje Madrid Barcelona.

Así que por apuntarse un tanto se redirigió la ofensiva contra la ciudad de Belchite, en la que tropas sublevadas se habían acuartelado. La orden era "tomar Belchite al precio que fuera". Y los que defendían Belchite recibieron la orden de "resistir hasta el último hombre y el último cartucho". Era agosto, con lo que eso supone en el páramo aragonés

Belchite aguantó quince días a las tropas republicanas. La artillería lo redujo a escombros, de tal forma que cuando se produjo el asalto el montón de escombro impedía el paso de aquellos precarios carros de combate. Así que hubo que tomar el pueblo casa por casa y habitación por habitación. Hasta se llegaban a hacer butrones entre habitaciones para lanzar bombas de mano. El combate fue fundamentalmente a bayoneta y cuerpo a cuerpo. Se llegaron a hacer barricadas con los cadáveres que se pudrían al sol. No había suficiente agua y parte de ella se usaba como refrigeración de las ametralladoras maxim. Así que se mezclaba agua con vino, y esto unido al calorazo y al olor imaginad el ambiente de locura que había. Y por si fuera poco gran parte de la población civil atrapada en las bodegas del pueblo.

Al final los defensores intentaron romper el cerco para huir. Trescientos empezaron y ochenta consiguieron llegar a Zaragoza. Las bajas totales entre republicanos y nacionales fueron de cinco mil. Por una cabezonada de ambos estados mayores, que se empeñaron en librar una batalla que no tenía ningún sentido para el avance y desarrollo de la guerra

Tras la guerra, Franco decidió no reconstruir el pueblo y hacer uno nuevo a un kilómetro. Es Belchite Nuevo. Pero aún así la gente en los barrios se distribuyó en barrio de vencedores y de vencidos; la guerra todavía sigue en Belchite. Si las heridas siguen abiertas en muchos sitios de España, en Belchite es tremendo el ambiente que se respira

Cinco mil muertos por una cabezonada. Esto es Iberia.

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