El cólera es una enfermedad horrible, que causas unas diarreas espantosas y que es contagiosa. Es de las enfermedades que junto con la peste su sola mención causaba espanto entre la población. Hoy os traigo una historia trágica, tanto por el hecho de la enfermedad como por el trato que se le dio a la enferma
No me ha sido posible datar la fecha con seguridad, pero el periódico habla del conflicto entre Alemania y España por las Islas Carolinas y fue en 1885. Así que posiblemente la noticia sea de agosto de ese año
"A casa del médico titular de aquella villa llegaron días pasados si hermano D. Gregorio Bermejo y la señora de este Emeteria Gaztelu, procedentes de Peralta (Navarra). El Sr. Bermejo telegrafió desde Zumárraga a su hermano el médico titular, diciéndole que llegarían aquella noche. Este puso en conocimiento del alcalde el telegrama que había recibido y la autoridad local convocó inmediatamente al la junta de senidad, la que acordó que los viajeros fuesen fumigados, aun cuando acreditaran que lo hubiesen hecho en otros puntos, como en efecto acreditaron haber sufrido dos fumigaciones, una en Marcilla y la otra en Zumárraga.
Llegaron los viajeros, y aunque la señora vino muy trastornada por el mareo causado por el viaje y las impresiones morales que había experimentado se les fumigó largamente.
Durante aquella noche la Sra. de Bermejo tuvo algunas deposiciones biliosas como la sucedía siempre que viajaba, pero por la tarde había mejorado tanto que su curación era cuestión de dos o tres días.
El alcalde, sin embargo, de estar la enferma en casa del médico titular y de asegurar este que jo era del cólera la indisposición, llevó a la fuerza a dicha señora, sacándola de la cama para aislarla en un lazareto
Trasladaron a la enferma a las doce de la noche, en medio de una lluvia torrencial y en una mala carreta de bueyes descubierta y sobre un jergón lleno de inmundicia, sin que sirvieran de nada las protestas del marido de la víctima, ni las de su cunado el médico titular, sin que se buscara un carruaje, allanando la morad de un vecino pacífico a media noche, sacando a la enferma que estaba en completo sudor y en vías de curación, sin que tuviera el más mínimo síntoma de cólera, ni aun siquiera sospechoso y sin que el alcalde accediera a la súplica que repetidas veces le hizo el médico titular que llamara a otro comprofesor
No hubo más remedio que ceder a la fuerza brutal. La llevaron al lazareto donde llegó en lastimoso estado, mojada y fría. Este mal llamado lazareto es un portazgo abandonado, lleno de goteras, sin cristales en las ventanas y con las paredes húmedas, pues es casa que hace mucho tiempo está deshabitada
Desde que la enferma entró en el lazareto la diarrea se hizo incoercible; al día siguiente empezaron los vómitos biliosos y por último, después de laudables esfuerzos empleados para salvar la vida de aquella desgraciada señora, falleció
El Diario añade:
Y como fin remate de este largo calvario, existe un precedente que pon más en relieve el acto salvaje y brutal que venimos relatando, y es que antes de la llegad de la familia, llegaron a Deva algunas procedentes de Madrid y de otros puntos epidemiados y a ninguna se la fumigó ni se la preguntó de donde venía"