El pasado día 26 se cumplieron ochenta años del bombardeo de Guernica; desde este cutre-blog poco se puede añadir a todo lo que se ha dicho. Lo que si me parece curioso es como se compara ese bombardeo con otros ocurridos en la IIWW cuando a todas luces es injusto. Solo pasaron cinco años desde 1937 hasta 1942, pero en ese corto lapso de tiempo la capacidad para hacer el mal y el hijoputa se disparó por mil.
No se puede comparar el empleo de unos Heinkel renqueantes con los flamantes B-29 y Lancaster aliados o las V2 alemanas. Así que los efectos tampoco. Que no me pongan en el mismo párrafo Dresde que Guernica, simplemente por que no es lo mismo. No era la misma capacidad
Hoy no os voy a hablar de ninguno de esos dos bombardeos, bastante os han machacado en presa y televisión estos días. Os voy a hablar de otro bombardeo que ocurrió hace pocos años y del que poco se ha hablado, simplemente por que quienes lo sufrieron no tienen ni tarima ni altavoz
Hay un andurrial que es difícil de situar en el mapa, me refiero a la República de Chechenia. Si os la nombran, a todos os suena, pero si os ponen un perfil de Eurasia delante pocos acertareis a poner el dedo encima del país, y mucho menos de su capital, Grozni.
Chechenia siempre ha sido tierra de paso, y como buen camino que se precie de serlo, siempre ha sido pateada. Y esto imprime carácter a sus habitantes, gente que se odia entre ellos pero que se une fuertemente frente al que viene de fuera, sea quien sea y con las intenciones que venga. Este país se incorporó al imperio soviético en 1.917 y fue de los que "siempre estaba dando guerra", pero como era poco más que un andurrial, poca atención se le prestaba.
Hasta que llegó José "hecho de hierro", o sea, Iosif Stalin, un tipo poco sospechoso de ser amigo de autonomías y descentralizaciones. Iosif, haciendo gala de su sobrenombre, trató a todas las repúblicas periféricas con puño de hierro. Esto hizo que el cabreo de los chechenos fuera cada vez a mas y se iniciara una escala terrorista sin precedentes en la zona
Al final el imperio soviético cayó y muchas de estas "repúblicas periféricas" se largaron con viento fresco. Todas menos la región de Tartaristán y Chechenia. La primera, malimaleando, logró un estatuto de autonomía. La segunda, dividida en múltiples facciones, intentó negociar con Yeltsin (el pellejo de vodka) pero en este interacto un general Checheno formado en el Ejército Rojo, Dudáyev, proclamó la independencia unilateralmente. Era el año 1994
Yeltsin se cabreó. Y mucho. Pintaba poco Rusia en el tablero internacional, como para que una provincia te chulee. Se van a enterar.
Empezó la guerra de 1994 a 1996. Y lo que al principio Yeltsin supuso que iba a ser una cómoda victoria supuso una humillación. Las tropas destacadas no podían hacer carrera frente a las unidades bien entrenadas y conocedoras de terreno Chechenas. Y les hicieron retroceder
Yeltsin se cabreó mucho.
Así que se inició una represión brutal sobre la población civil. Asesinatos, violaciones, humillaciones y toda suerte de gracias se cometieron contra una población desarmada que contemplaba asombrada una guerra que los había pillado en medio. Y se inició otro ataque en toda regla contra la capital, Grozni. Que también fue un fracaso estrepitoso y una tremenda humillación para el antiguo ejército rojo. No ganaban para disgustos. Al final, y dada la impopularidad de esa guerra dentro de la propia Rusia se firmó un alto el fuego y un armisticio. Empate a cero, pero con un montón de cadáveres por ambas partes
Así pasaron unos pocos años y llegó 1.999. El conflicto volvió al tapete por un quítame allá unos kilómetros de fronteras. Había una diferencia. Que en vez de un borracho trasegador de vodka como era Yeltsin, esta vez al mando estaba...... Putin. Y es una diferencia tremenda
Escarmentados del anterior fracaso, las órdenes fueron claras.
"Tomar Grozni al precio que sea"
Si a mí me encargan hacer una paella rica "al precio que sea", va a salir cojonuda. Igual cuesta cien euros por comensal, pero va a estar rica rica. Y eso es lo que ocurrió
Hoy en día la artillería tiene poco valor en un ejército. En un mundo de aviones y helicópteros una pieza artillera es presa fácil. Lo que ocurría es que el Ejército Checheno estaba compuesto de guerrilleros con armas ligeras y algún RPG. No tenían fuerzas aéreas
Se enviaron 50.000 soldados frente a 6.000 soldados chechenos atrincherados en Grozni y se rodeó la ciudad con artillería. Empezó el bumba bumba a todas horas. Y durante días y durante dos semanas prosiguió el bombardeo. Hasta misiles Topol cargados con armas químicas se emplearon. Se machacó a conciencia la ciudad hasta que no quedó piedra sobre piedra.
Tras esto, tropas rusas con voluntarios Chechenos (¿Os acordáis de eso que os conté al principio de que no se pueden ver entre ellos?) entraron a la ciudad.
Y siguió la masacre.
Convoyes de civiles que intentaban huir, un hospital materno infantil, escuelas...... una matanza. Los soldados rusos al final habilitaron un corredor para que los civiles abandonaran la ciudad y...... en mitad de la huida tirotearon a los chechenos que huían.
El mundo se quejó..... pero poco. Estábamos ocupados con Kosovo y Chechenia pillaba lejos. De Grozni no quedó piedra sobre piedra y la ciudad fue tomada, eso sí, con un alto coste en sangre también por los rusos. Fue un exterminio en toda regla
Hubo rusos que denunciaron esa masacre: Anna Politkoskaya, Alexander Litvinenko, Natalia Estemirova, Satnislav Markélov..... el millonario Berezovski....... todos fueron asesinados.
No se sabe la cifra de muertos en aquella guerra. Se estima que 250.000 y medio millón de desplazados. Casi nada para un país de 1.300.000 habitantes.
Ha habido masacres mucho más a conciencia que Guernica, Dresde, Londres o Hamburgo. Y las hemos conocido casi todos los amigüitos, por nuestras edad. Sin embargo han pasado sin gloria por la historia. Con mucha pena, eso sí.
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