Pues eso, que para ser buen navarro te tiene que gustar el pacharán, los espárragos y el mus. Pero el mus a cuatro reyes, que a ocho no es de buen navarro. En serio, me alegro por Osasuna, y por nosotros y por la Hacienda Foral. Posiblemente esto acorte el plazo de cobro de la megadeuda que unos formaron y otros consintieron.
Pero sí que hay por algo que me alegro de verdad. Bueno no, no por algo si no por alguien. Por Martín, su entrenador.
Un hombre mayor, ya obsoleto que decían los directivos, que no lo querían en el banquillo esos directivos y que se lo tuvieron que tragar por que no tenían a otro que quisiera hacer ese trabajo. Vamos, un puto parche a un roto era.
Y mira que hete aquí que este parche, ese hombre que in extremis salvó a Osasuna de bajar a segunda b y que como premio a esa hazaña no recibió mas que desprecios, al año siguiente consigue poner al club en primera división. Toma zasca en toda la boca a esa patulea.
Si lo que cuentan son las cifras, posiblemente Martín Monreal es el entrenador que mejores las ha tenido en todas las divisiones españolas y si miramos a Europa quizás su rival sería el entrenador del Leicester. Y no lo digo ni de broma ni con socarronería. Coger a un grupo de jugadores, algunos directamente provenientes de la tercera división y pasar de lamer la segunda b a primera dice mucho de este hombre. Por que el mérito es de todos, jugadores y demás, pero sobre todo de él.
Un ejemplo de estas personas ya mayores, al que todos dan por amortizados en el trabajo y al que nadie escucha y que sin embargo con su experiencia y su pundonor muchas veces salvan a esas empresas del desastre.
Bien por Martín. Y que se jodan todos lo que no creían en él y que ahora seguramente le palmean la espalda
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