Hace tiempo en la radio, en ese rato que llama la gente, propusieron el tema de las gangas.
"Llame, llame usted y cuéntenos su adquisición que le salió regalada"
Pues llamó una señora que daba gusto oírla hablar de como se expresaba. El caso es que esta buena mujer deseaba adquirir un automóvil de segunda mano. Se puso a tirar de los anuncios del periódico y se encontró con que anunciaban la venta de un Mercedes 500 SE, un cacharro como el que ilustra estas líneas, por la módica cantidad de 500 euros. Y por la fecha de matriculación, tenía menos de un año
La mujer narraba que pensó que o era una broma o un timo, pero como sólo perdía el coste de la llamada y el rato, que se animó a llamar.
La atendió otra señora que le invitó a ir a su casa y ver el coche, que lo tenía en el garaje; y le comentó que el automóvil estaba impecable y con menos de diez mil kilómetros. Y que sí, que el precio era ese, 500 euros, que no era un error.
La señora contaba por antena que fue a la dirección que le dieron y que se quedó pasmada al ver semejante cacharro, limpio y flamante. Mosqueada le dijo a ver si podía traer a un amigo que entendía de mecánica y la respuesta fue un amable "Sí". Que no se preocupara, que estaba de primera.
Se fueron de unas para otras y la vendedora confesó que era el automóvil de su marido, que había fallecido recientemente dejándola en situación de acomodada viuda. Vamos, que se le salía el dinero por las orejas, pero que era una apenada y acongojada viuda.
Aún así, algo no cuadraba, decía la narradora. Fueron intimando y al final la desconsolada viuda dijo el porqué de la situación. Al abrir el testamento, su esposo (el finado) había dejado claramente expresado que
"El producto de la venta de su automóvil fuera íntegro para su QUERIDÍIIIISIMA secretaria"
Y la desconsolada estaba cumpliendo los deseos y las últimas voluntades de su marido, procediendo a vender el coche y "entregar el producto de su venta"
Pues oye, que la narradora se fue con un flamante mercedes nuevecito y con 500 euros de menos en la cartera. Producto de la venta que fue a para integramente a la QUERIDIIIIISIMA secretaria del finado y que supongo que fue entregado con socarrona sonrisa por la viuda apenada
La señora, se cobró cumplida venganza.
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